Fotogramas del cortometraje «Náufragos», estrenado ayer en el II Festival del Mar.

El II Festival del Mar, que hoy llega a su último día, estreno ayer el cortometraje «Náufragos», primero que realiza el actor malagueño Christian Martín. Una historia desarrollada en 20 minutos protagonizada por un joven con sida que conoce a otro en el hospital en el que está ingresado.

«Duraba en principio 45 minutos; tenido que reducirlo mucho, pero era difícil condensar todo lo que quería decir en tan poco tiempo», explicó ayer a este periódico el también autor del guión, natural de Nerja (Málaga) y residente en Madrid. «Allí he aprendido muchas cosas de este mundillo. Trabajé como ayudante y quise dar el paso siguiente; así que cambié a guión los relatos que tengo desde pequeño», añadió Martín, algo nervioso ante la presentación de un trabajo que hasta ayer sólo habían visto algunos amigos y familiares, todos a favor. «A mi madre le ha gustado mucho, así que bastante bien, pues», apuntó.

Christian Martín destacó la importancia de que «la sociedad considere al sida como una enfermedad más con tres o cuatro vías de contagios, que puede evitarse fácilmente. Nada más. Con unas precauciones mínimas puedes hacer vida normal en todos los sentidos; y ya está». El realizador subrayó también en la falsedad del tópico social que aún relaciona sida con homosexualidad. «En el corto, sólo uno de los dos chicos es gay. Es un tópico falso pensar que el sida afecta más a los homosexuales; de hecho, ahora hay más incidencia en los heterosexuales, que se confían más y olvidan tomar precauciones».

A la espera de ver la reacción del público en los festivales a los que piensa llevar «Náufragos», Christian Martín ya tiene escrito el guión para el «largo». «Se sufre mucho rodando, porque siempre fallan cosas y acabas de los nervios; pero aún así, es una droga. En cuanto acabé ya tenía ganas de rodar otro», reconoció el cineasta, añadiendo que el cortometraje está dedicado «a mis dos hermanillos gemelos, que tienen seis meses y a mis sobrinos». Con un mensaje positivo y optimista: «Pase lo que pase, siempre hay algo por lo que merece la pena vivir. La vida da muchas vueltas».