El cantautor catalán Jordi Viola acaba de editar un disco titulado «Tant avui... com per demà», dedicado a Balears. El álbum contiene 17 temas, todos ellos escritos por él y arreglados musicalmente por Toni Sintes. Con colaboración de un buen número de instrumentistas y otras voces complementarias, la grabación ha sido realizada en los Studio Tanta, de Maó, donde reside actualmente. «Como cantante y compositor soy inédito. Hice el disco porque las musas me vinieron a visitar hace nueve meses y empecé a componer a partir de un poema del poeta ibicenco del siglo XIX Felip Curtoy que empieza 'Eivissa petit bocí, troç de terra catalana'», explicó ayer a este periódico.

Unos versos que le impulsaron a un rapto de creatividad del que el autor fue el primer sorprendido. «Compuse una canción a partir de la primera estrofa del poema y luego empezaron a surgir más y más. El cd tiene 17 temas pero tengo muchas más canciones, porque todavía no he parado de componer. Ha sido, está siendo una musa furibunda que está dictándome letras y músicas», aseguró Viola. «La musa ha sido variada, pero todo con ese aire popular de toda la vida, como quiero indicar con el título; porque la intención es que sea igual para hoy como que las canten las generaciones futuras. Que la gente haga suyas las canciones; es lo único que pretendo, pues yo vivo de otras cosas», precisó el cantautor, que ha contado con la colaboración de Maribel Sánchez, Pamela Sintes, Toni Sintes, Javier Camps, Miguel Aranda, Sonia Cardona, Roberto y Jesús Vázquez, entre otros.

De momento, Jordi Viola no tiene prevista ninguna actuación para presentar en Eivissa «Tant avui... com per demà». «En Menorca han salido ya algunas que tengo que hacer este verano; pero me dejo llevar por las circunstancias, así que si me lo proponen, encantado».

El ábum tiene también una intención de homenaje: «Es mi forma de agradecer a las islas los 30 años, y más, que llevo viviendo en ella. Yo vivía aquí en los 60 y en los 70; residí un par de años en sa Penya, en el apartamento de Erwin Broner. Después cambié Eivissa por Menorca, porque ya entonces pensaba que esta isla estaba perdiendo personalidad. Pero Eivissa sigue estando en mi corazón; hasta estoy casado con una ibicenca», apuntó.