En edición del propio autor, acaba de ver la luz el libro «Conversaciones con Mompó», del periodista y escritor ibicenco Mariano Planells. Un trabajo proyectado para que viera la luz a finales de los 70, pero que diversos avatares, totalmente ajenos a la voluntad de su autor, lo han hecho inviable hasta ahora.

El reconocido pintor valenciano Manolo Mompó residió en Eivissa entre 1963 y 1973, una década en la que su pintura sufre un cambio radical. Según relata Planells en el prólogo de la obra (ilustrada con fotografías y obras), «nuestras primeras conversaciones fueron en 1972, en las terrazas veraniegas de algún bar» de Santa Eulària. Por aquel entonces Mompó ya había expuesto en la galería Ivan Spence, «lo cual le permitió contactar con los mejores marchantes del planeta».

Las conversaciones recogidas en el libro se realizaron en 1978 en Alaró (Mallorca), donde Mompó había fijado su residencia tras dejar Eivissa. El propósito de Planells era reunirlas en un libro con diseño gráfico de Erwin Bechtold, que publicaría Francisco Romero, un editor de Menorca. «Finalizado el trabajo, se lo entregué a Mompó para que lo leyera. Además le adjunté la maqueta. Éste fue mi error, por exceso de confianza. El diablo se ríe cuando el ser humano hace planes», apunta Planells. Romero murió antes de que el libro fuera publicado. «Todo se vino abajo. Mompó se quedó con el material y a su vez, poco después, sufrió el segundo infarto y en 1982 abandonó Mallorca y se fue a Madrid».

Un ataque cerebral sufrido por el artista valenciano en 1986 que le dejó postrado sin autonomía personal, completó el «desastre» y el libro quedó sin publicar; aunque fueron apareciendo fragmentos en catálogos, «sin mencionar mi autoría. No culpo a nadie, pero no es agradable ver malogrados los proyectos, y escamoteado el nombre. Quiero atribuirlo a la incapacidad de Mompó y al desconocimiento de su segunda esposa, Ana Albiñana, probablemente superada por la situación», apunta el autor.