La exposición «Neruda-Rodríguez Arias, cases per a un poeta» fue inaugurada ayer en la sede de Palma del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB).

L. MOYA /J. HERRANZ

La planta noble de la sede de Palma del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB) acogió ayer la inauguración de la exposición «Neruda-Rodríguez Arias, cases per a un poeta». La muestra, organizada por el Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, ha sido presentada con anterioridad en Barcelona y podría visitar próximamente Eivissa. Al menos esa es la intención de la demarcación mallorquina del COAIB, aunque las gestiones que llevan realizando en tal sentido desde hace ya meses hayan resultado infructuosas hasta el momento.

La presencia de la exposición en Eivissa estaría justificada por la relación que el arquitecto catalán tuvo con la isla, antes de la Guerra Civil, ya que fue el primero en descubrir y promocionar la arquitectura tradicional de la isla, tan aplaudida luego por Josep Lluís Sert y los miembros del célebre Grup d'Arquitectes i Tècnics Catalans per el Progres de l'Arquitectura Catalana (GATCPAC). Además, tras su exilio en México y en Chile, Germán Rodríguez Arias (Barcelona, 1902 -1987) se instaló en 1956 en la ciudad de Eivissa, de la que fue el primer arquitecto municipal, y donde realizó un buen número de obras hasta su jubilación en 1971.

La buena relación que existió entre Pablo Neruda y Rodríguez-Arias puede resumirse en la frase que el escritor chile escribió en sus memorias «Confieso que he vivido»: «He edificado mi casa como un juguete». No sólo una, sino tres, las que construyó junto a Rodríguez-Arias: Michoacán, Isla Negra y La Chascona. A través de planos, fotografías, cartas y bocetos, el espectador de la muestra recreará «cómo un dibujo de Neruda inicial terminaba conviertiéndose en una realidad», según explicó en la presentación Pilar Calderón, comisaria de la muestra junto a Marc Folch.

El Montaje se acerca al imaginario compartido entre Neruda y Rodríguez-Arias mediante cuatro textos y una selección de fotografías. «En «La casa del poeta», se narra «la necesidad de Neruda de coleccionar objetos que llenaban sus casas» y que, incluso, «determinaban que fuera de una manera u otra». En «Cargols», se muestra «la relación entre la condición de refugio y de espacio de reunión de sus hogares» y, en «Bosc oceà», «cómo los integraba en diferentes paisajes». Por último, en «Mida», se explican las medidas, «casas pequeñas con muebles grandes».

«Sus ideas, sus deseos nunca chocaban, siempre encontraban un punto de encuentro». El resultado: «Casas irrepetibles, reconocibles, únicas» ideadas de forma conjunta. «Hablaban, mantenían discusiones infinitas que convertía en algo palpable un primer deseo», explicó Pilar Calderón.

La muestra se completa con la proyección del documental «Illa negra, illa blanca», una cinta coproducida por Nanuc, TV3 y el COAIB que narra la relación entre el poeta y el arquitecto. Grabado entre Chile y Eivissa, muestra los edificios que construyó en esta isla Rodríguez-Arias después de volver en 1956 de su exilio latinoamericano.