Uno de los conciertos que Judith Cohen ofreció el pasado verano en la isla junto a su hija Tamar.

A través de los conciertos que en los últimos años ha dado en Eivissa (sola o en compañía de su hija Tamar), Judith Cohen se está convirtiendo en una presencia familiar en la isla. Pero su relación con Eivissa está centrada sobre todo en un ambicioso proyecto sobre la música tradicional de las Pitiüses que inició en 1952 el prestigioso etnomusicólogo norteamericano Alan Lomax; un proyecto que Cohen ha completado con la ayuda de la investigadora ibicenca Esperanza Bonet y que tenía que haber sido publicado hace ya algunos meses.

Una demora que Judith Cohen explicó ayer a este periódico. «Ha estado parado casi un año porque, después de mucho tiempo negociándolo, finalmente, la colección Lomax está ahora en el Congreso de los Estados Unidos, junto con sus colecciones anteriores y las de su padre. El Centro Lomax se queda con todas las copias de seguridad, pero hubo que hacerla, y buenas; así que ha sido algo lento y complejo, pero ya está todo en buen camino».

La buena noticia significa «cumplir el gran sueño de Lomax, que era devolver al pueblo todo lo suyo. Está saliendo en una base de datos por internet, pero poco a poco, porque la colección abarca muchos países, culturas, épocas... 50 años de trabajo». En cuanto al disco, acompañado de libro sobre las Pitiüses, «está entregado hace dos meses y en el proceso de edición; espero que no tarde ya mucho en salir», precisó.

Esta vez, Judith Cohen ha vuelto a Eivissa «para cerrar algunos detalles del proceso de investigación de la música y preparar otras cosas que trataré con más tiempo en verano», subrayó, añadiendo que «ahora me muevo más entre Barcelona, Madrid, Plasencia, Amsterdam, Jerusalén, Sheffield, Portugal... Trabajo de campo, congresos, ponencias, cursillos, conciertos, un poco de todo».