Un día después del vigésimo primer aniversario de la muerte de
Joan Miró -el día de Navidad de 1983-, cuando la familia recordaba
la triste efeméride, su hija, Dolores Miró, fallecía ayer en la
Policlínica Miramar, donde se encontraba convaleciendo de una
fractura de cadera ocurrida unos días antes, después de que hubiera
sido ingresada previamente en Son Dureta.
La única hija del pintor universal tenía 74 años. Nacida en la
casa familiar de Barcelona en el mes de julio de 1930, fue el fruto
del matrimonio de Joan Miró con la mallorquina Pilar Juncosa, con
la que se había casado nueve meses antes, en 1929, en la palmesana
iglesia de San Nicolás, viviendo a continuación en distintos
lugares, entre ellos París, durante la Guerra Civil. Diez años
después del nacimiento de Dolores, la familia se instaló en
Mallorca.
Dolores Miró se casó dos veces. Primero con David Fernández, con
quien tuvo dos hijos -David, ya fallecido, y Emilio- y de quien
enviudó. Años después se desposó de nuevo con Teodor Punyet, con
quien también tuvo dos hijos -Joan y Teo-. Durante su vida fue una
mujer muy discreta y estuvo muy vinculada a la figura de su padre.
Ademas, fue presidenta de honor del patronato de la Fundació Pilar
i Joan Miró, de Palma. Por expreso deseo de su familia, el cuerpo
de Dolores Miró permanecerá unos días en el tanatorio del
cementerio de Bon Sosec, donde mañana martes se rezará un responso,
hasta que sea incinerada. Sus cenizas serán trasladadas a
Barcelona, concretamente al cementerio de Montjuïc, donde están
enterrados sus padres.
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