La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogió ayer la inauguración de
una exposición realmente histórica, ya que es la primera vez que
Josep Costa «Picarol» recibe el tratamiento que merece a la hora de
presentar y honrar su extraordinario trabajo. Entre los muchos
aficionados que asistieron al acto, destacó la presencia de
Margarita Serra Costa, única nieta del artista ibicenco. «Sí, soy
la única descendiente directa. Mi abuelo tuvo tres hijos, uno quedó
soltero y el otro se casó pero no tuvo hijos; y yo también soy hija
única», explicó ayer aUltima Hora Ibiza y Formentera.
La inauguración también contó con otra presencia importante, la
de Miquel Araguás Reverter, quien ha cedido la mayoría de los 55
dibujos originales de la muestra. «Tengo una colección de 14.000
dibujos de unos 1.400 autores distintos. Uno de los primeros
autores con los que empecé fue Picarol. Me atrajo porque es un
caricaturista político de lo que mejor que ha habido en el siglo
XX, por no decir el mejor. También destacaba por los volúmenes en
los que trabajaba y por los detalles, algo poco frecuente en este
tipo de trabajo. Es una obra que dignificaría cualquier museo, no
solamente de dibujo, sino de pintura. Picarol va más allá del
dibujo de ilustración», apuntó Araguás.
Esta antológica de Picarol inicia en Eivissa un periplo que -de
momento- la llevará por las salas de cultura de «Sa Nostra» de
Mallorca y Menorca. «Estoy muy ilusionada y me encanta que se haya
inaugurado aquí, porque él quería muchísimo a esta isla. La prueba
es que cuando urbanizó Cala d'Or lo hizo todo al estilo ibicenco,
incluso el nombre, Cala d'Hort, que luego fue perdiendo la h»,
afirmó la nieta de Picarol.
Margarita Serra Costa tiene aún muy vivo el recuerdo de su
abuelo artista. «Era encantador, una monada; a mí me gustaba mucho
escucharlo, siempre explicando anécdotas divertidas. Y como tuvo
una vida tan intensa y conoció y trató a tantos artistas y tanta
gente importante, siempre contaba cosas interesantes». Una pena que
nunca escribiera sus memorias. «Sí, pero le hicieron alguna
entrevista que se han ido publicando por trozos en algún diario de
Mallorca», recordó.
Tanto la nieta como el coleccionista coincidieron en que hasta
ahora no se la había hecho justicia a Picarol, y ambos elogiaron la
labor de «rescate» de Sonya Torres. «Ha hecho un trabajo increíble.
Yo estuve en la tesina dándole soporte, incluso cuando se votó el
doctorado estábamos allí dando fe del trabajo que había realizado.
Esta exposición podría estar perfectamente en los mejores museos de
Boston, Chicago y Nueva York, porque Picarol vivió una temporada en
Chicago, y los americanos estarían muy interesado en ella», afirmó
Araguás.
La mayor parte de la obra de Picarol (realizada hasta principios
de los 30) tiene una refrescante carga irónica. «Creo que su ironía
es muy necesaria, porque en la vida falta sentido del humor; con lo
cual me parece perfecto que mi abuelo traiga una nota de aire
fresco; es algo estupendo», concluyó la nieta satisfecha.
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