La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogió ayer la tercera ponencia de las XIX Jornades d'Arqueologia Feniciopúnica, dedicada a «El ejercito cartaginés anterior a la segunda Guerra Púnica», impartida por Jaime Gómez de Caso Zuriaga, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Alcalá de Henarés. La conferencia de hoy correrá a cargo de Fernando Quesada, profesor de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid.

Gómez de Caso comenzó su intervención exponiendo los inicios de la historia militar de Cartago, sobre el siglo VI a.C., como consecuencia de la caída de Tiro a manos del Imperio Neobabilónico y a pesar de que no era un pueblo particularmente belicoso. «Con esta falta de vocación guerrera, Cartago heredó también del mundo fenicio una serie de atavismos y prejuicios militares y políticos, frente a la guerra y a la forma de abordarla, que la acompañarán a lo largo de toda su agitada vida».

Sin embargo, «serán siempre reconocibles en el desenvolvimiento de la historia militar de Cartago, el roce bélico o colonial con otros pueblos, especialmente con griegos y romanos». En su evolución militar, «la guerra líbica o de los mercenarios fue muy importante en el ejército cartaginés anterior a Aníbal; mucho más trascendental incluso que la nada despreciable evolución debida al largo enfrentamiento con Roma por Sicilia (264-241 a.C.)», explicó el doctor Gómez, que concluyó su conferencia refiriéndose a Amílcar Barca, «general no demasiado exitoso en la etapa final de la primera Guerra Púnicas logrará en la batalla del río Bagradas y, más tarde, en combinación con los númidas de Naravas, cambiar en parte los planteamientos militares cartagineses, tal vez no muy conscientemente y forzado por las circunstancias. Con ello se realiza una transformación doctrinal y estructural imprescindible para que Aníbal pueda lograr sus triunfos revolucionarios», precisó el ponente.