EFE|PARÍS

El escritor español Carlos Ruiz Zafón recogió ayer el premio francés al Mejor Libro Extranjero 2004, por su última novela «La sombra del viento», éxito editorial del que sólo en Francia y Alemania se han vendido 400.000 ejemplares. Zafón agradeció el «gran honor» que se le hacía al recibir este galardón literario que durante años fue el único destinado a celebrar obras extranjeras traducidas al francés, promovido desde 1948 por un grupo de amigos, entre ellos algunos grandes editores de París.

Desde uno de los puntos más altos de París, el piso 56 de la Torre de Montparnasse, en cuyo restaurante, «Le Ciel de París», se reúne una vez al mes el jurado, el escritor catalán comentó «la connotación especial» de este premio «viniendo de París». Una ciudad «donde hay una tradición literaria de la que La sombra del viento es deudora y es un homenaje», explicó en una entrevista.

«Todos los premios, en el fondo, tienen esa connotación. Siempre me los tomo como una «invitación» a descubrir el libro «a lectores que de otro modo no se habrían aproximado a la novela». «Pero creo que hay que ponerlos en su perspectiva. Normalmente, cuando uno los recibe es una gran alegría, pero creo que tampoco hay que distorsionarlo ni creérselos demasiado».

Un premio «es un honor y una amabilidad que tiene una institución o quien sea, y sobre todo es una invitación a leer y a descubrir un libro para muchos lectores», insistió. De ahí una «doble gratitud porque la conecta con la tradición literaria y con un grupo de lectores que creo que pueden estar muy próximos a esa novela». Carlos Ruiz Zafón recordó que el pasado marzo, cuando se publicó su novela en francés, muchos medios y críticos se ocuparon de su exitoso libro.