Una de las incógnitas que más preocupaban a los admiradores de la obra y la figura de Erwin Broner queda por fin resuelta: la Casa Broner de sa Penya pasará a ser propiedad del Ayuntamiento de Eivissa, que la destinará a usos culturales; entre otros, la de albergar la futura Fundación Broner, como está previsto en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) de la zona. El pleno del Ayuntamiento aceptará hoy la donación por parte de la viuda del pintor y arquitecto alemán, Gisela Strauss Broner, que en la actualidad tiene 93 años de edad. A cambio de la donación, los servicios sociales del Ayuntamiento seguirán cuidándola in situ, como ya vienen haciendo desde hace algún tiempo.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa, Lurdes Costa, mostró ayer a este periódico su satisfacción por el feliz desenlace de un caso que no acababa de encontrar la solución que quería Erwin Broner, fallecido en Alemania 1971, tras vivir muchos años en Eivissa, donde realizó una notable labor como arquitecto y como pintor, ya que fue el co-fundador (junto a Erwin Bechtold) del reconocido Grupo Ibiza 59. «Es un proyecto del que se había hablado mil veces. Está incluido en el PEPRI de sa Penya y está reconocido como BIC para que acogiera la Fundación Broner. Pero hasta ahora era todo humo, porque nadie había cedido la casa ni había ningún compromiso por escrito, aunque parece ser que esa era la intención de Broner», precisó Costa. «Mañana (por hoy) hacemos la aceptación que Gisela nos ha ofrecido ahora por escrito para ceder la Casa Broner y otra casita que tiene al lado, y en seguida que podamos iremos al notario para formalizarlo», añadió.

Con el fin de proteger la obra pictórica de Erwin Broner, el Ayuntamiento de Eivissa ha adquirido a la viuda del artista algunas de sus obras. «Hace dos o tres plenos hicimos una modificación de crédito, una inversión muy fuerte, para adquirir ocho cuadros preciosos para el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE), que luego irían a la Fundación Broner», recordó Costa.

Con esta donación del inmueble por parte de Gisela Strauss Broner se cierra una historia que ha estado rodeada durante bastantes años de una cierta polémica, aunque no trascendiese a la opinión pública. Entre los proyectos que se barajaron para sacar adelante la idea de la Fundación Broner, el que tuvo visos más próximos a hacerse realidad fue el compromiso formal de la Caixa de Pensions «Sa Nostra» para adquirir la Casa Broner. Fue a finales de los años 80 y el gestor de la iniciativa fue el entonces director de la Sala de Cultura de «Sa Nostra», Albert Ribas. Según contó recientemente a este periódico el reconocido gestor cultural, la viuda de Broner rechazó la oferta, que incluía la cesión de un piso y un buen sueldo mensual para ella de carácter vitalicio.