Àngel Llàcer en una de las ochos piezas breves que forman 'Teatre sense animals'.

El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas del próximo 12 de junio la representación de «Teatre sense animals», de Jean-Michel Ribes en la traducción al catalán y dirección de Sergi Belbel. Àngel Llàcer, Mercè Arànega, Jordi Boixaderas, Francesc Albiol y Marta Marco forman el elenco artístico que da vida a las ocho piezas breves (entre cinco y quince minutos) que forman esta divertida y absurda comedia. «Son ocho movimientos de una misma sinfonía que exploran temas cotidianos con humor pero también con un punto crítico», ha dicho sobre el texto el reconocido autor y director catalán responsable del montaje.

Los cinco actores protagonistas de «Teatre sense animal» interpretan entre tres y cinco personajes, y sólo coinciden en escena en la última pieza, que es la que actúa de ligazón de toda la trama. La familia, la crisis matrimonial o la dificultad para dejar de fumar son algunos de los asuntos sobre los que gira un trabajo presentado desde el 13 de marzo al 16 de mayo en el Teatro Romea de Barcelona con una notable acogida por parte de crítica y público.

Jean-Michel Ribes ha explicado con estas palabras la motivación y la génesis de su texto: «Me encantan las chispas de los cortocircuitos, los edificios que se hunden, la gente que tropieza o que sale volando, en una palabra: los sustos. Estos breves momentos deliciosos que nos dicen que el mundo no es absolutamente previsible y que existen algunos rincones donde la realidad todavía no nos ha cerrado la puerta en las narices. Estas pequeñas historias, retratos, esbozos, reunidos en 'Teatre sense animals' son una contribución modesta al arte del sobresalto y un homenaje a todos aquellos que luchan contra el moroso aislamiento de la medida».

Por su parte, Sergi Belbel presenta al autor francés explicando que aunque «es un autor poco conocido en nuestros escenarios, Ribes tiene en su haber un reconocida trayectoria en los principales teatros franceses». «Aquí nos propone, a través de un humor cáustico, burlón y mordaz, ocho obras cortas sobre la alienación, el amor, el desamor, el estrés, la soledad y la desesperanza de nuestro mundo contemporáneo». El dramaturgo, traductor y director teatral explica que en «Teatre sense animals» «encontramos un retrato implacable de las relaciones humanas al inicio del tercer milenio, lleno de referencias a los aspectos más cotidianos de nuestras vidas, erráticas y estresantes, y también una reflexión sobre los aspectos más turbios e imprevisibles del alma humana. Relaciones entre hermanos, entre marido y mujer, padres e hijos, clientes y comerciantes, las obras plantean situaciones extrañas y alocadas, pero dentro de la más absoluta normalidad de los personajes que las protagonizan y del entorno en el que suceden».

Para acentuar el tono de cada historia, Belbel ha transformado el escenario en una sinfonía de colores. Así cada pieza tiene su propio color. «Es un abanico entre el humor negro, la sátira y la ironía, con grandes dosis de locura, herencia del teatro del absurdo de Beckett e Ionesco. Relatos breves que hacen provocar la risa inteligente del espectador, al mismo tiempo que le ofrecen un espejo impúdico, no tan deformado como puede parecer a primera vista, de sus propias miserias», concluyó el director del montaje.