La editorial Ocho y Medio, con la colaboración de la Sociedad General de Autores y la Universidad de Alcalá de Henares, acaba de publicar «Memorias tras la cámara. Cincuenta años de UN cine español», de Antonio Isasi-Isasmendi. «Se presentará el 20 de mayo en la sala noble, la de Manuel de Falla, de la Sociedad de Autores. Lo harán el ex presidente de la casa, Manuel Gutiérrez Aragón y Cayetana Guillem Cuervo», informó ayer a este periódico el cineasta madrileño, residente en la isla desde que dejará la profesión en 1988, tras rodar «El aire de un crimen». Está previsto que el libro se presente en Eivissa y en Barcelona, aunque aún no se ha concretado la fecha.

Con prólogo del director José Luis Borau, la obra «es una experiencia profesional y vital de medio siglo, desde que empecé en este mundo metiéndome en los cine a vender bombones», apuntó. Isasi. «Me hubiera gustado que hubiera salido antes, habría estado más vivo; pero por causas ajenas a mi voluntad, su publicación se ha retrasado dos años. Lo terminé en el 98; luego hubo que pulirlo y tal, sí, pero se perdieron dos años. Una lástima», añadió.

Gracias a «que tengo una memoria de elefante», la obra fue escrita en dos años; y no hay en sus páginas ningún ajuste de cuentas. «Cuento lo que me ha pasado en la vida. Critico a gente que me ha criticado, porque antes nunca había tenido la oportunidad de hacerlo. Por ejemplo, la crítica de cine, que, como todo el mundo, las he tenido de todo tipo; pero ha habido gente que ha sido injusta, y lo cuento», precisó el director de «El perro».

Una larga e intensa trayectoria profesional que plena de premios y reconocimientos, el último y acaso el más significativo, el Goya de Honor a toda su carrera, que le otorgó en 2000 la Academia de Cine española. «Hay poca gente que pueda contar 50 años de actividad profesional tan variopinta como esta. Con tantos personajes, tantos viajes... Me pasé 25 años moviéndome por todo el mundo, con problemas de todo tipo y conociendo a cientos de actores, con su personalidad y sus exigencias, su egoísmo. Aunque también muchos eras estupendos; como la vida misma», resumió Isasi. Precisamente, es el factor humano el que vertebra estas memorias, ya que cada capítulo lleva un nombre propio, muchos de ellos de primera fila, tanto de la escena nacional como de la internacional.

Isasi explicó a este periódico que «ahora estoy escribiendo un libro sobre la experiencia de un niño en la Guerra Civil. Tengo ya cien folios, aunque lo he parado durante un tiempo. Mi intención es contar mi visión de aquel desastre. Vi cosas tremendas en la guerra y la viví de una manera muy particular, en Barcelona y cerca de la Frontera de Francia». Aunque aún no tiene título, está barajando el de «Visión angular», «porque la visión que tiene un niño siempre es con un objetivo muy angular; y al crecer te sorprendes que las cosas no sean tan grandes como parecían», precisó.