El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 19,30 horas del próximo domingo 4 de abril la representación de «Et diré sempre la veritat», de Lluïsa Cunillé. Se trata de un monólogo en clave de cabaret literario protagonizado por Lluís Homar y dirigido por Xavier Alberti. Estrenado en 2002, el montaje es un singular ejercicio de reflexión en torno a la labor que el prestigioso actor catalán ha realizado sobre los escenarios durante más de un cuarto de siglo.

Una obra que tiene mucho de un juego hecho a la medida de un actor que a lo largo de su carrera ha interpretado a muchos de los mejores personajes de la literatura dramática universal. Pese al título, no hay grandes revelaciones, y las verdades son, sobre todo, humanas. «En ningún momento se trafica con la vida privada del actor, y menos aún con su vida pública. Si alguien pensaba en un Homar reivindicativo, quedará decepcionado. El tema Lliure apenas se menciona, pese a que prácticamente toda su vida profesional ha transcurrido entre las cuatro paredes del teatro de Gràcia. La suya es una confesión blanca, sin maldades ni maledicencia, durante la que Homar muestra algo de sí mismo, pero con un pudor tal que le lleva a ser intérprete de sus propias palabras, a ocultarse detrás de su máscara de actor y ser, por tanto, una efigie sin fisuras frente al público», según la opinión del crítico de El País Pablo Ley.

Con una amplia e intensa trayectoria en teatro, cine y televisión, Lluís Homar fue uno de los fundadores en 1976 del reconocido Teatre Lliure, al que sigue vinculado desde entonces; actualmente es director adjunto. Entre los diversos premios que ha recibido destaca el Premio Nacional de Interpretación (1986) y el Premio Fotogramas de Plata de Teatro (2000).

Sobre la obra que ahora trae a Eivissa, Lluís Homar ha escrito: «Alguien ha dicho que el teatro era una bonita forma de pasearse por la vida. Una afirmación que resuena en mí total y absolutamente. Mi vida esta llena de teatro, y si algo puedo agradecerle es que me haya hecho descubrir la vida. Después de 25 años de profesión me gustaría ser agradecido y mostrar en un escenario lo que el teatro me ha hecho ser en la vida: generoso». Los amantes del buen teatro pueden comprobarlo el domingo.