EFE|BARCELONA

La exposición antológica que desde hoy reúne en el Museo de Art Contemporani de Barcelona (MACBA) cerca de 200 obras de Antoni Tàpies, desde sus inicios en los años 40 hasta la actualidad, consagra una trayectoria, quizá la más internacional de los artistas españoles vivos, dedicada, como reconoció ayer el propio autor, a la búsqueda de la «obra ideal».

El comisario de la exposición y antiguo director de la Fundación Tàpies, Manuel Borja-Villel, confirmó en la presentación esa dirección en la que se ha movido Tàpies en los últimos sesenta años, siempre guiado por «la investigación matérica, una cierta noción de lo sagrado y un simbolismo que entronca con el siglo XIX a través de Odilon Redon».

Aunque la narrativa de la exposición, que inauguró ayer el Rey Juan Carlos, es más o menos cronológica, el comisario ha querido romper esa secuencia en algunas ocasiones para «subrayar la idea de que estamos ante un artista de una sola obra, que siempre va y vuelve a la misma preocupación».