Las notas de «El cant dels ocells», en la versión de Pau Casals, despidieron ayer al poeta Miquel Martí i Pol, fallecido el martes, en un entierro breve, sobrio y emotivo que ha hecho pequeña la iglesia de Sant Pere de Roda de Ter, el pueblo en el que residió toda su vida. Aunque la voluntad de la familia era la celebración de una ceremonia íntima, mas de 350 personas llenaron el interior del templo y cerca de 200 personas siguieron el sepelio gracias a la megafonía colocada en el exterior de la parroquia.

Al sepelio, oficiado por el rector de Roda, Ramon Bufí, han asistido, además de familiares y amigos íntimos como el cantante Lluís Llach, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el secretario de Estado de Cultura, Luís Alberto de Cuenca, y los consellers Artur Mas, Carme-Laura Gil, Jordi Vilajoana y Ramon Espadaler. También han querido despedir al «poeta del pueblo» los candidatos a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, Josep Lluís Carod Rovira y Joan Saura, así como numerosos representantes del mundo cultural y personas anónimas que querían dar su último adiós al llorado autor de «La fábrica».