Fernando Monge, creador y director del Festival Internacional de Cortometrajes de Eivissa, Elektrozine.

«Es un círculo vicioso: no contamos con los recursos adecuados, y por lo tanto no podemos disponer de un equipo permanente, con lo que no podemos gestionar los recursos adecuados. ¿Qué es primero, el huevo o la gallina?» Con estas palabras, Fernando Monge resumió ayer a este periódico el callejón sin salida en el que se encuentra el Festival Internacional de Cortometrajes de Eivissa, Elektrozine, cuya cuarta edición, prevista para el próximo octubre, no podrá celebrarse por falta de financiación.

El impulsor y director del certamen lamentó no poder «seguir tirando del carro. Hasta ahora ha sido posible gracias a un equipo de voluntarios; pero no se puede exigir un compromiso y una dedicación importante cuando se hace por amor al arte; y la dimensión de trabajo que ya tenía el festival era importante», precisó. La decisión «no es irreversible. Lo que pasa es que ahora tengo una escuela de fotografía que empieza a funcionar y estoy metido en un proyecto de productora, que requieren toda mi atención. Y no he encontrado en quien delegar, porque no puedo exigir a nadie la misma dedicación que yo le ponía», lamentó el creador de Elektrozine.

Fernando Monge confiaba en que el éxito del certamen animara a los patrocinadores, pero no ha sido así. «Esperaba que las instituciones se hicieran cargo en gran parte, y de hecho aumentó la ayuda, pero no lo suficiente. Empezó con el PP, que dio 500.000 pesetas; luego siguió con el Pacte, pero no se pasó de los dos millones, y así no hubo forma; y menos en una isla pequeña, en la que el patrocinio privado es más bien escaso, la verdad». «El Consell tenía que haber tomado las riendas. Hay varias fórmulas para ello, como la de colaboración; es decir, que ponen un técnico a tu disposición y una oficina de contactos con una persona que atienda la gestión».

Por el momento, ya se han presentado 250 cortometrajes, que Fernando Monge piensa donar al Arxiu d'Imatge i So del Consell. Además, está dispuesto a ceder la idea si alguna institución quisiera llevarla adelante. «Es más, si mi escuela se estabiliza, estoy dispuesto a asesorar para que pueda llevarse a cabo», aseguró.