Una pequeña placa de hueso o marfil y un pedestal de piedra negra
para una estatua, ambos de carácter votivo y de la época púnica,
han sido hallados en las excavaciones que se están llevando a cabo
en el solar Maimó, esquina de la calle Juan Planells con Vía
Púnica, en Eivissa. Esta nueva campaña arqueológica fue aprobada a
primeros de junio por la subcomisión de arqueología en vista de los
buenos resultados que dio la primera, tanto en este solar como en
el del futuro Conservatori.
Lo curioso del caso es que las dos piezas (junto con varias
monedas, algún pasador de pelo y un amuleto) han sido localizadas
en unidades estratigráficas de los siglos III o IV de la era
cristiana. «Esto quiere decir que las inscripciones púnicas podrían
formar parte de una acumulación de elementos rituales de largo
abasto cronológico», según la valoración preliminar hecha por
técnicos del Consell. «No es posible todavía relacionar este grupo
de materiales con las estructuras que aparecen en este sitio. En
cualquier caso, demuestran la existencia de un templo en un punto,
de momento no clarificado, pero tal vez no muy lejano al sitio
afectado por las actuales excavaciones», señala el informe,
concluyendo que, con estos hallazgos, «la epigrafía fenicio-púnica
de Eivissa da un importantísimo salto, ya no sólo cuantitativo,
sino también cualitativo, dada la gran entidad de estas dos nuevas
inscripciones».
En el texto votivo de la placa se menciona a Esmun, Astarté y a
otros dioses púnicos, mientras que el del pedestal se refiere a
Melqart. Esmun, junto con Baal y Astarte, formaba la tríada de
dioses principales de Sidó, y se le asociaba a los cultos anuales
de muerte y resurrección, igual que Adonis en Biblos y Melqart en
Tiro. Llegó a ser una divinidad relacionada con la medicina y la
curación. Hasta la fecha no se había registrado una prueba tan
contundente de su culto en Eivissa, aunque había indicios
significativos en el templo de es Cuieram (Sant Vicent ); y Joan y
Carles Román (pioneros en la búsqueda del pasado arqueológico de la
isla) hablaron a principios del siglo pasado de un posible templo
de Esmun en lo alto de Dalt Vila, «aunque en base a fuentes de
dudosa autenticidad o, como mínimo, de problemática
interpretación», según los técnicos del Consell.
En cuanto a Melqart, era hijo de Astarté y Baal. Dios solar y
del mundo subterráneo. estaba conectado con el ciclo de la
revegetación. En la Eivissa púnica hay huellas de su culto; la más
antigua, en una placa de los siglos V o IV a.C., de es Cuieram.
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