El cineasta británico Peter Greenaway, director de «Las maletas de Tulse Luper» afirmó ayer en la presentación en Madrid que prefiere hablar de fenómeno multimedia que de película para referirse a este trabajo, con el que pretende abrir una nueva vía cinematográfica, alternativa al cine tradicional, que él llama narrativo y que tiene, dice, «los días contados».

«Las maletas de Tulse Luper» es un proyecto que ha contado con financiación de muchos países, entre ellos España, y en ella han participado, con pequeñas intervenciones Jordi Mollá, Enrique Alcides y Naim Thomas. El polémico cineasta británico recalcó que el cine necesita reinventarse o, de lo contrario morirá. «Espero que no se me vea como un teórico o alguien que quiere crear polémica, pero el cine está cambiando en todos los sentidos», comentó el director, quien considera que tiene un público fiel que se renueva en cada generación.

«Hay público que en los últimos veinte años ha crecido con mi lenguaje visual y, además, el nuevo lenguaje también crea un nuevo público entre los jóvenes que espera cosas así y no las tradicionales. Y ésta no es una película de cortar y pegar como Casablanca», recalcó Greenaway, quien en «Las maletas de Tulse Luper» pretende contar la historia del siglo XX, visto como el siglo del uranio, narrado a través de una serie de películas, en principio tres, de las cuales ya tiene casi rodadas las dos siguientes. «Quiero contar la historia del uranio y de la segunda parte del siglo XX, lo que será como una autobiografía ficticia, puesto que yo nací tres años después de lanzarse la bomba atómica y toda mi generación está marcada por ese hecho», comentó el director de «Drowing by numbers».