El granadino residente en Eivissa Pepe Tauste presentó ayer la muestra que inaugura en l'Hospitalet. Foto: K. TABERNER

La iglesia de l'Hospitalet acogerá las 20,30 horas la inauguración de la instalación-exposición «Nosferatu y yo», de Pepe Tauste, que permanecerá abierta al público hasta el 31 de agosto. Para completar el impacto de la sesión inaugural de esta original muestra habrá una performance sorpresa. «Es un trabajo de imágenes de vídeo, con proyección de diapositivas, y algunos montajes a partir de fotogramas de película de Murnau manipulados por ordenador. Más el escenario principal, lo que más he trabajado: un decorado que recuerda a la escena en la que Nosferatu pasa la noche en la alcoba de la chica», explicó el polifacético artista.

Tauste se mostró ayer «encantado» con el resultado de su trabajo, que tan bien luce en este peculiar anexo del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE). «Supera con creces mis expectativas; es un espacio que da mucho de sí, y tiene un espíritu tan particular que, aunque parezca una contradicción a lo que he puesto, creo que hay un diálogo muy bueno entre él y mis imágenes». Tal «espíritu» parece ser que se desprende del uso eclesiástico del local, en la actualidad una iglesia desacralizada.

Preguntado por este periódico si no tenía algún acento herético una instalación sobre un vampiro en una iglesia, Tauste no dudó en asentir: «Forma parte del juego; si no hay herejía no hay religión, pienso yo. Todo se tiene que subvertir un poco para que cobre sentido; son fuerzas que luchan unas con las otras para ver quien puede más». «Me gusta jugar mucho con todas estas cosas, es la forma de liberarse del agobio que te puede producir el tener dentro el demonio de una pasión irracional».