El pintor ibicenco Antoni Pomar con una de las obras que presenta desde mañana hasta el próximo 10 de julio en la Sala de Cultura de «Sa Nostra», ayer en su estudio de La Marina.
Fotos: KIKE TABERNER

La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogerá a partir de las 20,00 horas de mañana viernes la inauguración de una exposición de pinturas de Antoni Pomar que estará abierta al público hasta el próximo 10 de julio. La muestra ocupa las dos salas del espacio de la calle Aragón. «Tenía un proyecto a desarrollar, pero me adelantaron la fecha prevista y he tenido que forzar un poco la máquina, trabajando mañana y tarde hasta sábados y domingos», apuntó ayer a este periódico el veterano pintor. «Esta vez no hay tantos paisajes, sino más figuras, pasteles de gran tamaño y composiciones especiales». Sin embargo, el esfuerzo añadido parece que le ha sentado bien al maestro: «Sí, me ha hecho reaccionar y cargar las pilas. Creo que el arte me mantiene en forma; hasta se me olvida el calorazo que hace. Estoy tan absorto en lo que hago que desaparece el calor, como si fuera un ventilador; pero en cuanto termino de pintar y limpio los pinceles, me vuelve el calor», precisó.

Fiel a su reconocido estilo, Pomar sigue poniéndose retos a la altura de sus 75 años. «Siempre hay algún desafío. En esta exposición muestro una serie de composiciones nuevas que no he visto que nadie haya pintado nunca. Por ejemplo, una composición con recolección de pimientos, otra de la uva; hay cuadros con tempestades y grandes olas... También he tenido una modelo estupenda y he hecho una serie de figuras grandes», enumeró ilusionado el artista, cuya última exposición en la isla fue en la misma sala, «hace exactamente 19 meses».

Exigente con su trabajo, Pomar afirmó que trabaja regularmente. «Hay que recoger mucho material, tener un modelo al que hacer una serie de estudios, componer y recomponer, enfocar el tema... ». «A veces trabajo del natural. Entonces, ves una cosa, recibes el impacto y luego lo compongo aquí. Digamos que hay una lucha entre lo que tú pintas y la impronta que recibes de fuera. Luego, en el estudio hay que armonizarlo todo, buscando las combinaciones que necesita cada tema», concluyó Pomar.