La memoria del agua

El inventario tiene dos partes diferenciadas divididas en cinco volúmenes. La primera, con tres, recoge por un lado una selección de pozos, fuentes y otras instalaciones afines de Eivissa, y por el otro pozos, aljibes y cisternas de Formentera. Se ha utilizado este criterio a causa de las peculiaridades de Formentera, ya que, especialmente en la Mola, los aljibes asumían una función social y funcional que tenían los pozos en la parte baja de la isla, y los pozos y fuentes en la isla de Eivissa.

En conjunto, el inventario incluye una selección de 250 ejemplares de estos elementos, lo que significa una muestra suficientemente representativa de la situación real de la cuestión, atendiendo a aspectos históricos, tipológicos y geográficos. «Sin embargo, hay que señalar que aún quedan muchos ejemplares de interés por inventariar, ya que tal labor, por el gran número de ejemplares existentes, sería casi imposible de reunir en un trabajo de estas características», según apunta Serra en la memoria de su trabajo, que ha contado con la colaboración del historiador Antoni Ferrer Abárzuza, Josep Serra Costa, Àngeles Martín Parrilla y Francesc Torres Peters, entre muchos otros.

El principal objetivo del inventario es dar una idea de lo que queda por hacer, ya que los pozos y fuentes de la Pitiüses no son simples elementos patrimoniales desperdigados por campos, bosques y hasta playas, sino parte integrante de un paisaje y un contexto cultural que habría que estudiar en conjunto. «Así, consideramos que sería necesario estudiar en profundidad y de manera sistemática, en un futuro inmediato y antes de que sea demasiado tarde (lo que desgraciadamente podría pasar bien pronto) la totalidad de estos elementos desde distintos puntos de vista: técnico, histórico, social, medioambiental...»