El bar-galería Km.5 de Eivissa acogerá a partir de las 22,00 horas del viernes día 30 una exposición de Jacques Brodell titulada «Oriental insights», que permanecerá abierta al público hasta el 30 de junio. La muestra incluye más de una veintena de creaciones a medio camino entre la fotografía y la pintura. «Son obras creadas a partir de fotografías digitales tratadas con ordenador y después impresas en tela, sobre las que pinto o no con acrílicos. Lo que pretendo es que el espectador no sepa distinguir claramente si se trata de una foto o un cuadro, una especie de trompe-l'oei entre los dos medios», explicó ayer el artista francés a este periódico.

Lo que Brodell pretende con la muestra «Intuiciones orientales» es expresar una síntesis creativa entre oriente y occidente. «Occidente tiene una visión dual de la realidad, la inmanencia y la trascendencia; pero hay una tercera, que es la que quiero expresar con mi trabajo; es la dimensión del sueño, del yo, la imaginación, el arte... un mundo intermedio entre lo concreto y lo que se nos escapa». «Para mí, el arte es ese mundo intermedio que puede comunicar la inmanencia con la trascendencia. La gente oriental tiene una percepción más abierta, global y sensible sobre este tema, y ello es debido a que utilizan más el lado derecho del cerebro, que es más creativo, mientras que en occidente nos centramos más en el lado izquierdo», explicó.

Como en anteriores ocasiones, el artista francés residente en Eivissa utiliza en sus pinturas alfabetos milenarios, como el araméo, fenicio, persa, árabe... «escrituras que dan la dimensión oriental y metafísica que intento trasmitir en mis obras». Un mensaje que, sin embargo, se manifiesta con las técnicas más sofisticadas de la hight-tec. «Precisamente, ese contraste entre lo antiguo y lo nuevo buscando un punto de encuentro, es lo que motiva mis creaciones. Por eso combino la fotografía digital manipulada por ordenador con el lenguaje de hace miles de año; buscando esa síntesis que sirva de puente entre el mundo occidental y el oriental y entre lo antiguo y lo moderno», precisó. Aunque frecuenta Eivissa desde hace veinte años, hace diez que Jacques Brodell se ha instalado en ella, investigando a través del arte en conceptos que aproximan el arte a la filosofía.