Julio Herranz13/05/03 0:00
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El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas la representación de «Tribut als expresionistes (la joia i el drama de la bohemia)», por la compañía polaca Teatr Cogitatur. La iniciativa se encuadra dentro del ciclo «Primavera polonesa», que organiza la Fundació Balears 21. Escrita y dirigida por Witold Izdebski, la obra será representada en la versión original en polaco. «Hemos intentado aprender española, pero no teníamos tiempo suficiente para ello, puede que la próxima vez ya podamos hacerlo», dijo ayer a este periódico Katarzyna Izdebska, una de las actrices de esta compañía de teatro alternativo, una de las más prestigiosas de Polonia. «Pero la gente no debe preocuparse por ello; hacemos una introducción en español, y la obra llega muy bien porque es teatro visual; lo principal es la música y el movimiento de los actores, aunque el texto, claro, también sea importante», añadió.

Creado en 1981 en Katowice, Teatr Cogitatur pone su fuerza en la expresividad del cuerpo para trasmitir emociones. Han presentado sus obras en varios países europeos y de otros continentes, y el es organizador y productor del Festival Internacional de Teatro A Part, que se desarrolla en Katowice desde hace diez años. La obra que presentan en Eivissa está protagonizada por dos mujeres y tres hombres. El autor de la música, escrita especialmente para esta obra, es Tomasz Kalwak.

Según Izdbska, la elección del Expresionismo para articular la obra, se debe a que «queremos expresar nuestras emociones. Además, es un tributo al cine y la pintura expresionista». En cuanto a la escenografía, «es muy pura, muy sobria, sólo con el juego de las luces».

«Tribut als Expresionistes» tiene un sólo acto y dura una hora, tiempo que a Katarzyna Izdebska le parece suficiente. «Es el tiempo normal que suele tener el teatro alternativo; porque es muy intenso, tanto para nosotros como para el espectador». Intensidad que va unida a un sentimiento que consideran fundamental en el teatro, la pasión: «Si nosotros no la sentimos, no conectamos con el público. El teatro tiene que ser cálido, como las luces; todo muy próximo, fuerte e intenso; de lo contrario nada tiene sentido».