Vista parcial del baluarte de Sant Pere desde la entrada por el Portal Nou, con el «orejón» de la época de Calvi.

El próximo mes de mayo los alumnos de la Escola Taller del Ayuntamiento de Eivissa llevarán a cabo la restauración del baluarte de Sant Pere, que incluirá su pavimentación, el acondicionamiento de las casamatas, el arreglo de unas grietas que tiene el «Caballero de San Lucas» y la recuperación de una puerta de entrada por la Plaza del Sol, que fue tapiada probablemente a principios del siglo XX. El proyecto, aprobado por la comisión del Pepri y la de Patrimonio, ha sido realizado por el equipo del Plan Director de Murallas, que dirige Fernando Cobos, y su importe asciende a 160.000 euros.

Según explicó a este periódico la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa, Lurdes Costa, «lo que se trata es de recuperar el baluarte para abrirlo al público». Aunque en un principio se pensó sólo en pavimentarlo, al final se ha optado por una solución más completa y compleja. «Había habido una discoteca; tiene una entrada muy incómoda por el túnel del Portal Nou, con unas escaleras que bajan y otras que suben. Teníamos que superar barreras arquitectónicas y mejorar los accesos; así que una vez hechas unas excavaciones arqueológicas, se ha descubierto lo que ya se suponía, que queda reflejado en el Plan Director de las Murallas: recuperar las casamatas, cuya estructura la produce el sistema de la parte baja del baluarte».

En cuanto a la mejora de la accesibilidad, será factible gracias a la recuperación de «una vía de entrada que ya existía; se ve claramente la marca que hay por la zona de la Plaza del Sol. Por ella se va a hacer un pasillo y se recuperará una antigua puerta que había. De esta forma se podrá entrar a pie plano desde esta plaza hasta el interior del baluarte, eliminando todo el engorro que existía hasta ahora». Por lo que hace a la pavimentación del baluarte de Sant Pere, será parecido al que se ha realizado en los otros, para que pueda ser visitado. De momento se recupera y se revaloriza el monumento; luego, como ya se hace en el de Santa Llúcia, puede acoger actividades culturales, montando un escenario móvil para conciertos, por ejemplo», apuntó Costa. Precisamente, en la década de los 70, el baluarte de Sant Pere acogía una sala de fiestas al aire libre que ofrecía conciertos y alguna que otra actividad cultural. Por último, el proyecto aprobado también incluye la reparación de unas grietas que tiene el «caballero de San Lucas», un refuerzo fortificado del baluarte.