La Berlinale dio su Oso de Oro al film cinematográfica y
políticamente más valiente en competición, «In this world», de
Michael Winterbottom, y repartió otros grandes galardones a
apuestas arriesgadas, como «Adaptation», de Spike Jonze, y «Son
frére», de Patrice Chéreau, Premio del Jurado y Plata al director,
respectivamente.
El jurado de la 53 edición del Festival de Berlín, presidido por
el director armenio-canadiense Atom Egoyan, optó por pensar por sí
mismo y olvidar, en lo posible, tanto a Hollywood como al cine
anfitrión. A «The Hours», la gran favorita, se la recompensó con un
Oso de Plata, que supo a poco, por el trabajo de sus tres actrices
-Nicole Kidman, Meryl Streep y Julianne Moore-, mientras que su
equivalente al mejor actor fue para Sam Rockwell, por «Confession
of a dangerous mind», debut en la dirección de George Clooney.
El nuevo cine chino fue galardonado con un Oso de Plata a la
mejor contribución artística a «Blind Shaft», primer largometraje
del joven Li Yang, mientras que su compatriota, el maestro Zhang
Yimou, quedó relegado al Alfred Bauer, premio en memoria del
fundador de la Berlinale, por su filigrana visual de «Hero». «Good
Bye, Lenin!», la excelente comedia sobre la reunificación alemana
contada al revés por Wolfgang Becker, se quedó con «El ángel azul»
al mejor film europeo, un galardón que, pese a su prestigio, tenía
aire de «premio de consolación», puesto que se contaba con un Oso
-quizás de plata- para el cine anfitrión. El premio de la
Federación Internacional de Críticos de Cine fue para una segunda
producción germana, «Lichter», de Hans-Christian Schmid.
Egoyan demostró así que no aceptó el encargo de presidir un
festival para optar por lo fácil, sino para valorar el coraje,
dentro y fuera del cine. «La decisión a favor de 'In this world' no
es política. Obedece a razones puramente cinematográficas, en este
caso perfectamente complementadas con el mensaje del film»,
manifestó el presidente del jurado.
La película de Winterbottom, filmada en formato documental,
recorre la larga epopeya de dos afganos refugiados del campo
paquistaní de Peshawar, que huyen de ese pedregal de miseria en
dirección a la Europa rica. «Es una apuesta por el cine innovador»,
continuó Egoyan.
La española «My life without me», de Isabel Coixet, que figuraba
con opciones a premios de peso, se llevó uno de los galardones de
jurados independientes paralelos al festival, el de la Asociación
de Filmotecas Alemanas. Igualmente recompensado fue el documental
sobre los gitanos del barrio sevillano de «las tres mil viviendas»
titulado «Polígono Sur», de Dominique Abel, que recibió una mención
de honor de la Confederación Internacional de Cines de Artes y
Ensayo.
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