Eivissa también sufre los efectos de la piratería discográfica.

También los hay que achacan la reducción de ventas de sus cds a fenómenos como la aparición de nuevos artistas, como el promovido por el concurso de TVE Operación Triunfo. Mientras, el Gobierno prepara una nueva Ley de Propiedad Intelectual para adaptarse a la Directiva de la Unión Europea. Es que, España es el país europeo donde más ha crecido la piratería musical. En 2001 el porcentaje de copias ilegales de discos en el mercado creció el doble que en 2000, alcanzando el 30 por ciento.

Según la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (Afyve), la industria pirata del disco defraudó a Hacienda el año pasado más de 42 millones de euros, haciendo que la industria discográfica dejara de percibir hasta 48 millones de euros. Contra la piratería -dividida en dos frentes: el llamado top-manta (venta callejera de cds) y las descargas a través de Internet- la industria exige medidas más duras y urgentes, que poco a poco van dando resultados de mano de las Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque las discográficas creen que es fundamental concienciar a la población de que no compren discos ilegales, argumentando que la piratería es el fin del apoyo a nuevos talentos.

Artistas, productores, autores y editores crearon para este fin la Mesa Antipiratería, para coordinar esfuerzos, llamar la atención de las autoridades y de la sociedad en general, así como para pedir que se apliquen las leyes o se modifiquen para erradicar estas acciones fraudulentas, que produjeron en 2001 que la venta de discos en el mundo cayese un 6,5 por ciento, siendo los países hispanoamericanos los más castigados con una caída del 21,4 por ciento.

Además de publicidad, la mesa Antipiratería llevó a cabo en 2002 otras iniciativas como Un Día sin Música , una jornada que se extendió a las radios, las televisiones, las tiendas y la prensa, como arma para concienciar a la sociedad de que la piratería es un deleito que perjudica a todos. Esta jornada tuvo su acto central en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se leyó un Manifiesto contra la Piratería , elaborado por los sectores afectados.