´La prueba´, un drama irónico sobre el amor y las matemáticas

En opinión del director de «El desencanto» y «A un dios desconocido», «La prueba» es una obra «fácil de leer y difícil de poner en pie; quizá por eso algunos de sus personajes se pasen tanto tiempo sentados en el suelo». La razón es que los personajes centrales de la obra, «Catherine (Cayetana Guillen Cuervo) y Hal (Pedro Alonso) quieren volar, y para darse impulso suele ser necesario tener los pies en la tierra y estar en contacto con el suelo».

El joven autor norteamericano David Auburn, que ganó en 2000 el Premio Pullitzer con esta obra, «se apoya en las corrientes subterráneas de Chejov y en los acres diálogos de Harold Pinter, sin renunciar, por supuesto, al psicoanálisis, tan querido al teatro norteamericano; pero lo hace con sencillez, hablando de cosas importantes sin darse importancia», ha precisado sobre la obra Chavarri.

«La prueba» es la historia de una joven enigmática, Catherine, de su hermana manipuladora, de su padre soberbio y de un galán accidental. La protagonista llora la pérdida de su padre, un matemático famoso que llegó a convertirse en una leyenda de la Universidad local para solucionar pruebas complicadas y por padecer demencia. Apenas Catherine empieza a temer padecer la condición de su padre, su hermana vuelve a casa para ayudar a solucionar los asuntos familiares y Hal, uno de los viejos estudiantes de su padre, empieza a fisgonear por la casa, descubriendo un viejo cuaderno que trae a la luz un secreto de familia.

Este montaje de «La prueba» («Proof») de Jaime Chavarri, según la versión de Juan José Arteche, se estrenó el pasado enero en el Teatro Marquina de Madrid. Sobre el reparto elegido para este drama contemporáneo, Chavarri ha dicho que «ha sido un privilegio contar con actores tan pacientes y entusiastas para una obra que habla a la gente de otra gente».