Fanny Tur (izq) y Francesc Quetglas (centro) observan las fotografías. Foto: K.TABERNER

Francesc Quetglas, conseller balear d'Obres Públiques, Habitatge i Transport, aprovechó su estancia de ayer en Eivissa para visitar las recientemente finalizadas obras en la iglesia de Sant Miquel y las que actualmente se llevan a cabo en el templo de Santa Agnès. Durante este breve trayecto, el conseller estuvo acompañado en todo momento por la consellera de Cultura del Consell Insular, Fanny Tur, y por el obispo de la Diócesis pitiusa, Agustín Cortés Soriano.

La primera parada de este periplo fue Sant Miquel, donde Quetglas comprobó la finalización de la fase de rehabilitación acometida recientemente. El consellera balear pudo comprobar además, gracias a una serie de fotografías, el estado anterior de las zonas intervenidas (Cas Vicari, el patio de levante de estas dependencias, la sacristía, el despacho parroquial y la capilla de Benirràs) y contempló la recuperación deporxo, de la cisterna y del talud de levante. Quetglas manifestó en diversos momentos su admiración por los trabajos realizados, alabando la tarea llevada a cabo por el equipo de rehabilitación.

El presupuesto para esta nueva fase en Sant Miquel ha sido de 150.253 euros, financiado en un 65% por Obres Públiques. Entre otros trabajos se ha procedido a derribar forjados en mal estado, sustituir parte de la carpintería, abertura de puertas y ventanas tapiadas y la pavimentación del patio exterior. Fanny Tur señaló que aún queda una última fase en Sant Miquel, aunque aún se está redactando el proyecto.

Finalizada esta primera visita, la comitiva se dirigió hacia Santa Agnès, donde continúan las obras de la segunda fase de rehabilitación bajo la dirección del arquitecto Toni Marí Torres. El objetivo de esta intervención, que se prevé que finalice en abril del próximo año, es la de restaurar las sobrecubiertas de la nave central y de los laterales del templo debido a que su deterioro provoca filtraciones y goteras que afectan a su estructura.