Un ataque al corazón acabó ayer con la vida de James Coburn a los 74 años de edad. El actor, uno de los nombres míticos del cine de los años 60 y 70, protagonizó títulos inolvidables como «Los siete magníficos». Tras décadas de carrera cinematográfica, su gran momento llegó en 1998, cuando logró el Oscar al mejor actor secundario por «Affliction», filme de Paul Schrader.

En el momento de su muerte, Coburn estaba escuchando música junto a su segunda esposa, la periodista Paula Murad, en su casa de Beverly Hills. Según su agente, Hillard Elkins, que fue quien informó del fallecimiento, el actor murió feliz. De hecho, Coburn planeaba vender su casa en Los Angeles para dedicarse a viajar.

El eterno secundario de Hollywood había nacido en Laurel, en el Estado de Nebraska, el 31 de agosto de 1928. «Ride Lonesome», en 1959, le dio la oportunidad de debutar en el mundo del cine, para en el que se había preparado estudiando interpretación en la Universidad de Los Angeles. Antes, había aparecido en el mundo de la televisión, incluyendo algún episodio de la serie Bonanza.

Sus grandes éxitos le llegarían en los años 60. El inolvidable lanzador de cuchillos de «Los siete magníficos», de John Sturges, fue sólo el primer paso. Después apareció en «Charada» (1963), de Stanley Donen; «La gran evasión» (1963), de nuevo con Sturges, o «Mayor Dundee» (1965), de Sam Peckinpah. Gracias a las dos películas del agente Flint conoció a Bruce Lee, que fue su instructor de artes marciales. En 1978 James Coburn llegó a debutar como director en una modesta película sin apenas éxito titulada «Cowboy».