La recuperación de uno de los yacimientos históricos más importantes de Balears, a punto de llegar a su fin. Foto: GUILLERMO ROMANÍ

GUILLERMO ROMANÍ El equipo de restauradores que está llevando a cabo la consolidación y rehabilitación del Castellum romano de Can Blai en Formentera habrá utilizado, cuando termine su trabajo, una tonelada de cal procedente de Eivissa ante la imposibilidad de encontrarla en Formentera; asimismo, el marès que se ha usado, un total de 150 bloques, proviene en su totalidad de Mallorca.

Los trabajos de restauración están muy avanzados, «sobre el 75 por ciento», ha indicado María José Escandell, responsable del equipo multidisciplinar Posidonea SL, a quien se encargaron las tareas de recuperación del Castellum romano de Can Blai, situado en la zona de es Carnatge de Formentera. El coste de la restauración es de 45.000 euros, de los que la Direcció General de Cultura del Govern aporta el 75 por ciento, mientras que el 25 por ciento restante procede de las arcas del Consell Insular.

Escandell, que dirige un equipo en el que intervienen restauradores, arqueólogos y dibujantes, ha explicado que se está trabajando en la última de las torres, por lo que confían en que la semana próxima: «Si el tiempo lo permite -refiriéndose a la pertinaz lluvia de estos días-, podremos dar por concluidos los trabajos de consolidación de los restos arqueológicos», apuntó.

La intervención de Posidonea SL consiste en sustituir, por nuevos bloques de marès, las piedras que estaban en peores condiciones, es decir, que “tenían menos del 60% de su volumen" ha explicado Escandell, mientras que en el resto se ha ido reintegrado con el mortero tradicional de cal y arena para evitar intervenciones agresivas como la que se realizó en 1989 que dañó considerablemente la estructura interna de muchas de las piedras.