Imagen de la actuación del grupo valenciano Presuntos Implicados. Foto: K.TABERNER.

La segunda actuación de Presuntos Implicados en Eivissa tenía el lleno asegurado, pues la entrada era gratis. Así, el parque Reina Sofía se desbordó el lunes con una multitud variopinta y festiva que celebraba el día de Santa María. Tal marco y circunstancia no parecían los más idóneos para disfrutar del veterano grupo valenciano, que el próximo año celebra sus primeros 20 años de carrera. El carácter íntimo de sus letras y la elegancia de su sonido parecían pedir, en principio, un escenario más reducido y un público más homogéneo; pero la veteranía es un grado importante, y acabó llevándose el gato al agua.

Se podría decir que la velada tuvo algo de romance a dos bandas, aunque al principio se notara cierta resistencia por ambas partes. En el escenario, por cierta frialdad en los primeros temas, así como la actitud poco comprensiva del manager del grupo con los medios gráficos de la isla. Sólo dejaron sacar fotos en la primera canción y con restricciones. En cuanto al público, tanto el del recinto, como el que seguía el concierto por una pantalla de vídeo, andaba algo despistado en los primeros temas, que la mayoría no conocía, pues pertenecían a su último trabajo, «Gente».

Así fueron sonando canciones como «Mi única razón», «Esta noche», «Tú» y otras. Buen sonido, efectista juego de luces mezclados con humos que arremolinaba el viento, y unas tablas de primera, tanto por parte del trío central (Soledad Giménez, su hermano Juan Luis y Nacho Mañó), como por los músicos de apoyo: Santi Navalón (teclados), Salva Ortiz (batería), Teresa Núñez (guitarrista y voces) y Francisco Blanco Latino (versátil jazzman de varios instrumentos). A su servicio y profesionalidad, 25 watios de sonidos.

Los minutos iban pasando con fluidez y poco a poco se iban levantando las manos y sonando con más fuerza los aplausos. El punto de inflexión llegó con «Sed de amor», uno de sus primeros éxitos; a partir de ahí, el auditorio comenzó a mostrar signos evidentes de entusiasmo, que ya no cesaron hasta el final; alcanzando sus cotas más efusivas con la estupenda versión del bolero de Armando Manzanero «Esta tarde vi llover»; el tema central de «Gente», ese seductor «Dos, tres horas para disfrutar» , y «Cómo hemos cambiado», que cerró la primera parte del concierto, a las 23'45 horas.

Haciéndose poco de rogar Presuntos Implicados volvió pronto al escenario; los músicos se sentaron y relajaron, mostraron su satisfacción por poder tocar al fin en Eivissa (el trío no parecía acordarse del concierto que dieron en Pachá a mediados de los 80), y como regalo fin de fiesta se dispusieron a ofrecer un pequeño concierto acústico, que duró unos 20 minutos, enlazando unos temas con otros; la mayoría de ellos, éxitos de su repertorio. La «propina», en la que hubo momentos de falta de coordinación entre la cantante y los músicos, fue agradecida con creces por la entregada audiencia, que no paró de aplaudir hasta «Alma de blues», punto y final del concierto y de un sueño amoroso en una cálida noche de verano. Un corto pero intenso castillo de fuegos artificiales puso el colofón de luz y trueno a una velada festiva para todos los públicos.