Coincidiendo con los treinta años de su primera exposición en Eivissa, Joan Hernández Pijuan inaugura a partir de las once de esta mañana en el Espacio Micus (Jesús), una exposición, que permanecerá expuesta todo el verano. La iniciativa marca la reanudación de la actividad artística en el centro diseñado por Eduard Micus, con quien el pintor catalán hizo amistad a principios de los años 70. «Le conocí hace tiempo y me gusta mucho su trabajo, por eso acepté la proposición para presentar mi obra en su fundación», explicó ayer Hernández Pijuan a Ultima Hora Ibiza y Formentera . «Pero como tengo también la exposición en la Van der Voort, pensé que tenía que presentar otros trabajos», añadió.

Así, el material elegido «son cosas de mi colección o de los fondos que tiene la Joan Prats de Barcelona, solamente para enseñar. Hay bastantes obras grandes sobre papel, de finales de los 80, y dos cuadros grandes recientes», apuntó el artista catalán, quien este año ha tenido una intensa actividad expositiva. «No trabajo nunca para un espacio concreto porque soy muy heterodoxo, y me rompería el esquema pensar en una galería particular». «Creo que los cuadros tienen que situarse en un espacio y no que ese espacio te haga hacer unos cuadros especiales para él».

Considerado como un pintor de paisajes, Hernández Pijuan precisó que «más que la realidad del paisaje, lo que hago son paisajes de pintura. Me gusta mucho más, prefiero el paisaje hecho por el hombre que el de alta montaña. El otro, con la intervención del hombre, es más mío.».

Jubilado el pasado septiembre, al cumplir los 70, de su labor docente en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, ejerce ahora de profesor emérito de la entidad y en talleres de pintura. «Me llaman a muchos y suelo aceptar, porque el contacto con la gente joven siempre me ha gustado. Además, cuando juegas en un taller tienes la ventaja de que la gente viene a buscarte a ti y eres tú el que puedes escoger; aunque suelo elegir a todos, porque me sabe muy mal dejar gente fuera», comentó, añadiendo que «en esto del arte, que es como una neura, sólo te jubila la vida».