La primera muestra del ciclo «Art emergent a les Illes Balears», que se desarrollará en diferentes fases en los próximos tres años, ofrece en el Espai Ramon Llull de Palma las obras de diez jóvenes artistas del archipiélago que ya han exhibido su trabajo anteriormente, entre ellas la ibicenca Yolanda Montesa. Además, la nómina incluye los artistas plásticos mallorquines Astrid Colomar, Rafael Adrover, Amparo Sard, Joan Morey, Paco Espinosa, Marian Femenías, Joan Servera «Peix», Pedro Oliver, y la menorquina Paca Florit. La muestra tendrá un carácter itinerante y próximamente podrá ser admirada en Eivissa y Menorca, y aunque aún no está confirmado, lo más probable es que también se presente en Barcelona.

El director general de Cultura de la Conselleria de Educación y Cultura, Pere Muñoz, destacó ayer en la presentación de la muestra la importancia de una exposición colectiva de estas características «ante la precariedad cultural existente en Balears». Consideró que «el número de creadores por densidad demográfica es en el archipiélago muy superior al de otras zonas» y remarcó que los artistas, nacidos entre 1968 y 1974, «no son creadores noveles, ya han hecho exposiciones individuales y tienen una trayectoria destacable».

El comisario de la exposición, Joan Carles Gomis, explicó por su parte que la muestra «será una trilogía», y señaló que en el 2003 y en el 2004, «Art emergent a les Illes Balears» ofrecerá otras dos ediciones en la que se incluirán distintos artistas plásticos de los que se presentan en esta primera edición. Gomis insistió ayer en «la marcada trayectoria de los artistas, a pesar de su juventud», y dijo que los antecedentes profesionales de los jóvenes quedarán de manifiesto cuando se edite el catálogo de la exposición.

La encargada de recoger la información y redactar los textos del catálogo, Carme Castells, apuntó la dificultad «de buscar información de un colectivo que, a pesar de su juventud, tiene su propia personalidad marcada y se muestra crítico con la sociedad que le rodea». Todos estos jóvenes creadores, añadió, lanzan, a través de sus trabajos, una crítica «al mundo de la ciencia, a las aberraciones genéticas y a la dificultad de encontrar una identidad propia e individualidad», entre otras.