Imagen general de la instalación «Renaixements-Apocalipsi», que inaugura hoy Gary Cook en l'Hospitalet. Fotos: K. TABERNER

«Creo que el proceso de vivir en este mundo es un tipo de crucifixión; no tengo mucha fe en el ser humano actual». Esta reflexión que hizo ayer en voz alta Gary Cook impregna su instalación «Renaixements-Apocalipsi», que se inaugura a las 20 horas en el centro l'Hospitalet (anexo del Museu d'Art Contemporani d'Eivissa). Para la ocasión, el artista inglés residente en Sant Mateu desde hace varios años ha realizado una serie de esculturas construidas «con las ramas podadas a los árboles que crecen cerca de la casa donde vivo; sabinas, pinos, limonero, almendros, así como ramas de ginebra y romero», comentó. Completan la instalación cinco cuadros de intención alegórica y moralista y dos montones de caracoles de piedra recogidos en el campo.

De los cuatro cuadros, dos de ellos («El apokalipsis» y «Renascentia») entablan un diálogo de contrastes. El primero, tomando como modelo la cabeza de Medusa de la mitología griega, expresa una reflexión sobre la sociedad actual. Así, las serpientes que salen de la cabeza llevan rotulados algunos de los temas que más preocupan a la sociedad actual: sida, religión, Bin Laden, Torres Gemelas, clonación... Un telón de teatro que circunda la tela redonda, la palabra «Crucifixión», unas manzanas bíblicas y varios signos alusivos al «materialismo enfermo de la sociedad actual». En cambio, el segundo muestra un campo vació con una figura humana vagamente autobiográfica y un pájaro. «Después del apocalipsis viene el renacimiento, la esperanza de que tras la destrucción la vida continúe. Y aunque no lo haga el ser humano, la naturaleza sí resistirá», explicó Cook a Ultima Hora Ibiza y Formentera .

En la presentación de este homenaje del artista británico a favor de la naturaleza y en contra de la sociedad, estuvo presente la consellera de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa, Lurdes Costa, y la directora del MACE, Elena Ruiz. La primera destacó la importancia que para los artistas contemporáneos tiene el poder disponer de un espacio como l'Hospitalet para sus creaciones. «No es algo que pase a menudo, pues los museos y las instituciones en general suelen ir a la retaguardia de lo que se hace en el momento, pero nosotros otorgamos a los artistas la confianza para que, sin ninguna premisa, hagan su obra para este espacio tan particular».