«Em dic Marià Villangómez Llobet i vaig néixer a la ciutat d'Eivissa el 10 de gener de 1913. En aquesta constatació podem trobar un començ de resposta a una pregunta que he de contestar jo mateix: qui sóc? Deixaré per insignificants el dia i el mes de l'any de naixença. No ve d'un dia ni d'un mes pel que fa a les característiques inicials i al camí de la vida». Así se expresaba Marià Villangómez acerca de su propia vida en el texto «Qui sóc i per què escric», publicado en el número de junio de 1994 de la revista «Crònica d'ensenyament», dedicado al poeta.

La realidad constata, por su parte, que Marià Villangómez Llobet nació el 10 de enero de 1913 en el número 23 de la calle Ignasi Riquer, en Dalt Vila. Licenciado en Derecho en el año 1933, Villangómez ya había dado muestras de su amor por las letras en años anteriores, escribiendo poemas en castellano y, a partir de 1930, en catalán. «Vaig començar a escriure versos als tretze o catorze anys. No recordo per què. Tampoc ho devia saber», escribe Villangómez en el texto citado anteriormente.

El 19 de julio de 1936, el poeta es movilizado a causa del estallido de la Guerra Civil. Durante la conflagración, Villangómez ejerce de profesor de Lengua y Literatura española en el Instituto de Eivissa, aunque durante las vacaciones se somete a la disciplina del ejército. Finalizada la guerra, que no ha trabado su evolución como poeta, se traslada a Palma como profesor, tal y como había solicitado, pese a que el curso siguiente ocupará plaza en Cornellà (Barcelona), desde donde entabla contacto con diversos escritores jóvenes, como Maria Aurèlia Capmany, Perucho y Albert Manent. Posteriormente, su particular círculo literario se ampliaría a Espriu, Carles Riba y Foix, entre otros.

El poeta comienza a colaborar en 1944 con la revista «Ibiza» con algunos textos en castellano. No será hasta el año siguiente cuando se permita la publicación de poesía en catalán y Villangómez incluirá en la revista sus «Poemes del Port». La mayor parte de su obra en catalán permanece aún inédita.

El año 1946 será fundamental para la vida de Marià Villangómez, tanto a nivel personal como literario. Fue entonces cuando fue destinado como maestro a la localidad de Sant Miquel. Allí vivirá durante 13 años y creará el grueso de su producción poética. Allí nacieron cinco de sus nueve libros de poesía, así como las prosas de «L'any en estampes». En una entrevista realizada por el periodista Antoni Planas en 1995, el escritor recordaba: Els tretze anys de Sant Miquel, ensenyant, obrint- me als camps i la seva gent, als boscos, a la mar, a l'espai, i traduint sentiments, emocions i pensaments a l'escriptura, em vaig trobar en el millor temps de plenitud».

En 1963, Villangómez abandona la poesía -«vaig sentir que l'exigència interior d'escriure s'afluixava», confesó a Planas-. El escritor dedicará sus esfuerzos a la prosa y a revisar sus versos anteriores, además de a la traducción de otros poetas. Desde 1972 puede colaborar con normalidad en catalán en la rebautizada revista «Eivissa», impulsada por un renovado Institut d'Estudis Eivissencs, y su vertiente como dramaturgo vive el estreno de la adaptación de «S'assemblea de ses dones», de Aristófanes, en 1976, y de «Somni d'una nit de Sant Joan», versión traspasada al catalán de la obra de Shakespeare.

En los últimos veinte años, la figura de Villangómez ha merecido los más altos reconocimientos de la Comunitat Autònoma y de las Pitiüses. En 1982, el Govern balear le concedió la Medalla d'Or de la Comunitat Autònoma, galardón al que siguieron, en 1984, la Creu de Sant Jordi otorgada por la Generalitat de Catalunya y recogida por su sobrina Sonya Villangómez, ya que por motivos de salud el poeta no pudo desplazarse a Barcelona; la Medalla d'Or del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, concedida en 1986; en 1988, el Ayuntamiento de Eivissa le nombra 'Fill Il·lustre de la Ciutat'; un año después, el reconocimiento será triple: Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, Medalla d'Argent de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y la distinción especial de la Obra Cultural Balear (OCB).

En 1990, las Festes de Cultura Popular Pompeu Fabra le homenajean y, en 1991, es nombrado miembro de la Secció Filològica de l'Institut d'Estudis Catalans. Dos años después la UIB le otorga el título de Doctor Honoris Causa. Hace apenas cinco años, en 1998, la Casa Real le otorgó, a instancias del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil.