J.N./B.P. Los herederos de Bartomeu March han puesto a disposición del Govern balear un espacio de la Fundación Bartomeu March de Palma para que acoja el fondo bibliográfico privado del mecenas y coleccionista. La familia ha ofrecido este patrimonio como pago de los impuestos por los derechos de sucesión y herencia y las negociaciones van adelante; en caso de que fructifiquen, el fondo, actualmente depositado en el palacio familiar de Madrid, pasaría a ser propiedad del Gobierno y estaría al alcance de los interesados en la fundación, que se encargaría de su mantenimiento. La reforma del palacio de la Calle Conquistador de Palma se está terminando y se inaugurará este verano.

Desde hace meses expertos en patrimonio de la Biblioteca Nacional, a petición del Gobierno y del Ministerio, han trabajado en la cuantificación y tasación del valor de todo el patrimonio de March. En unas semanas se conocerá el importe definitivo del valor de los bienes y, de acuerdo con esta cifra, la suma a satisfacer por la herencia, que según diversas estimaciones podía superar los diez millones de euros.

La biblioteca privada de Bartomeu March Servera es considerada una de las más valiosas de España. Está integrada por unos 17.000 volúmenes, entre los cuales destacan importantes piezas bibliográficas de los siglos XV y XVI, incunables de Cervantes, originales de Quevedo y de Lope de Vega... En su mayoría verdaderas curiosidades de excepcional valor propias de un bibliófilo. Y no era la única pasión que March tenía por los objetos de arte; es suficientemente conocida su colección de esculturas, que se exhibe al público en Cala Ratjada; también era una apasionado de los muebles antiguos y de objetos pequeños, como pisapapeles.