La presentación del libro «Can Fita, onze segles d'un assentament rural de l'antiguitat ebusitana», número 7 de la colección «Quaderns d'Arqueologia», celebrada ayer en el Consell, se convirtió en el marco idóneo para la reivindicación de la arqueología preventiva, un tipo de campaña a la que «se está dando la espalda en España», tal y como señaló el coordinador del libro, Ricardo González Villaescusa, quien estuvo acompañado en el Consell por otra de las responsables de la obra, Elsa Pacheco Cardona. Junto a ellos, Fanny Tur, consellera de Cultura; Miquel Costa, director de Edicions Mediterrània-Eivissa, y Joan Ramon, técnico arqueólogo del Consell.

Según González Villaescusa, la arqueología que se practica mayoritariamente es la de urgencia, es decir, aquellas campañas rápidas que se realizan al descubrirse algún hallazgo en obras. Pero para el coordinador del volumen la arqueología preventiva «es igual a un mayor conocimiento de las sociedades que nos han precedido».

Por su parte, Tur destacó que es este tipo de prospección arqueológica la que se está llevando a cabo en el Castillo de Eivissa, aunque reconoció que las excavaciones de urgencia seguirán existiendo y más «en una isla como Eivissa donde toda su superficie es sensible de ser zona arqueológica». El estudio de Can Fita surgió precisamente de una excavación de urgencia en Santa Eulària hace catorce años. El libro cuenta con los estudios de Rafael Arroyo, Alberto Balil, Vicente Borredà, Enrique Dies Cusí, Michèle Dupré, María José Fuentes Estañol, Ricardo Gonzáles Villaescusa, Nicolás Márquez, Magdalena Monraval, Elsa Pacheco y Joan Ramon.