Ana Losada es profesora de piano, intérprete y compositora. Foto: PEP TUR.

«Aparte de la composición y la interpretación, también me dedico a la enseñanza; así que toda mi gira gira alrededor de la música». Con estas palabras explicó ayer a este periódico Ana Losada el alcance de una vocación que siente desde niña, y cuyo resultado podrá verse a las ocho y media de esta noche en Can Ventosa, dentro del IX Cicle d'Intèrprets Eivissencs: un espectáculo en el que se funde el piano clásico flamenco con la canción, la poesía y la danza, que pondrán, respectivamente, Lina Veny, Agustín Prades y Eva Redondo.

La música que crea Losada habría que rastrearla en sus genes, «porque en la familia de mi madre hay cantaores y guitarristas. Yo nunca he vivido en Sevilla, pero de alguna manera he heredado la aficón, así que lo mío debe de ser más bien genético». Y nombra algunos referentes a los que admira, como Arturo Pavón, Felipe Campuzano o Dorantes, «aunque no me he guiado por ningún maestro», añadió.

Junto a alguna composición ajena, el grueso musical del concierto de esta noche gira alrededor de composiciones propias. «He puesto las nueve canciones que más me gustan, pero tengo material suficiente para grabar un disco, algo que me gustaría mucho hacer, pero que no resulta fácil. Grabaré el concierto y lo mandaré a ver si alguien se interesa y me ayuda», apuntó. «Uno de mis sueños sería poder presentar mi música en Sevilla; incluso poder marcharme un tiempo a allí, y a Cádiz o Málaga, para seguir aprendiendo flamenco, un arte que, por desgracia, reconocen más fuera que dentro de España».

Aunque de amplia formación clásica (estudió en el Conservatorio Superior de La Coruña y terminó sus estudios de Grado Profesional en el de Eivissa), Ana Losada tiene una forma particular de componere. «No utilizo bloc y bolígrafo; lo que hago es grabar lo que voy haciendo, la música que estoy sintiendo. Además, es muy difícil pasar a partitura estos sonidos, porque tienen matices bastantes complejos». «De todas formas estoy en contacto con un amigo que sabe mucho de informática, para ver si me ayuda a manejarme con el ordenador, que lo plasma todo». A pesar de llevar viviendo once años en Eivissa (se fue pronto a La Coruña), Losada sólo ha presentado su trabajo en público cuatro veces con esta; y no por su gusto. «A ver si a partir de ahora me hacen más caso las instituciones», apuntó.