El catedrático y profesor mallorquín Joan Veny fue el encargado de
ofrecer ayer la última conferencia del XXVII Curs Eivissenc de
Cultura, que desde el pasado lunes viene celebrándose en la Sala de
Cultura de «Sa Nostra», titulada «Antoni M. Alcover i la llengua
catalana». Como colofón del curso que organiza el Institut
d'Estudis Eivissenc, tendrá lugar a las 20 horas de esta noche en
el mismo escenario una mesa redonda sobre la pregunta «És
necessària una nova Lletra de Convit?». Moderará el debate
Margalida Torres, y participan en él Marià Torres, Felip Cirer,
Bernat Joan y Enric Ribes. Fuera ya del tono académico, el curso se
cerrará mañana con una excursión de cas Puvils a Puig Redó.
Joan Veny subrayó en su exposición la importancia de la
aportación de Alcover a la lengua catalana, «sobre todo por sus
rondaies, un objeto de estudio colosal donde demuestra un dominio
extraordinario de la variante mallorquina del catalán». «Fue
justamente a través de la recogida de estos cuentos populares por
los que sintió la necesidad de hacer un diccionario, pues en muchos
de ellos había palabras arcaicas, dialectales», explicó.
Así, a través del folklore llega Alcover a la lengua, «y es
cuando prepara el gran documento que es la Lletra de Convit; cuando
forma el Bulletí del Diccionari de la Llengua Catalana, para estar
en contacto con sus colaboradores, y cuando inicia una serie de
eixides, excursiones filológicas, por las comarcas de habla
catalana. Llegó a hacer unas 50 salidas, algunas de 90 días de
duración, apuntó Veny.
A juicio del ponente, «Mossèn Alcover fue el primer gran
dialectólogo de la lengua catalana, quien pone las bases de ese
gran diccionario, que desgraciadamente no podría culminar».
«Afortunadamente tuvo la suerte de contar con un gran colaborador,
Francesc de Borja Moll, el cual a partir del segundo volumen
redactará completamente una obra que es admirada por todos los
grandes romanistas del mundo».
Todo un personaje, versátil y muy trabajador, que murió casi a
los 70 años. «Desde luego que aprovechó bien el tiempo, porque
además de su trabajo en el Diccionari, era historiador, ejercía de
gran jerarca de la iglesia en la diócesis de Mallorca, preparó los
planos de varias iglesias de la isla, y, aparte de las rondaies,
también escribió narraciones y poesía popular», concluyó Veny,
presidente de la Associació Internacional de Llengua i Literatura
Catalanes y autor de varios libros.
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