Imagen de la representación de «Te quiero, muñeca», ayer en Can Ventosa. Foto: KIKE TABERNER

Una divertida comedia, «Te quiero, muñeca», protagonizada en sus principales papeles por Maribel Verdú y Luis Merlo, llenó anoche la sala polivalente de Can Ventosa. Desde el pasado jueves estaban agotadas las entradas para asistir a la única función de una obra escrita y dirigida por Ernesto Caballero. Completaban el reparto de esta recreación del mito de Pigmalión y Galatea Marisa Pino, Santiago Nogues y Aurora Sánchez; más la propia Verdú, quien se desdobla en dos personajes, «Nora» y «Eva».

Con la intención de acercar al público su propia obra, Ernesto Caballero ha escrito las claves sobre las que se mueve «Te quiero, muñeca», afirmando que «he tratado de escribir una comedia; esto quiere decir que la acción de la obra avanza de forma desenfadada, ligera, irónica, exagerando aquellos rasgos que mejor pueden resaltar algunas cuestiones que esconde, con fingida inocencia, todo este juego teatral: la necesidad de construirnos al prójimo a nuestra imagen y semejanza, la creciente insatisfacción propia de nuestro tiempo, el espejismo del amor, la ciencia y sus delirios, así como el nuevo papel de las mujeres, de los hombres y demás animales de compañía». Una declaración de principios que se ajusta como un guante a la recepción de la obra, a juzgar por los aplausos de los muchos admiradores que Maribel Verdú tiene en la isla.

El planteamiento argumental que desarrolla Ernesto Caballero, como él mismo ha reconocido, «no es más que una reformulación irónica del mito de Pigmalión y Galatea, que ha sido abordado de forma muy diversa a lo largo de la historia; de manera que algunos de esos testimonios (Villiers, Shelley, Shaw, Ibsen...) resuenan con nitidez en esta pieza, aunque vistos y tratados con un punto de vista particular».