La tercera jornada de la II Mostra de Teatre Amateur d'Eivissa i
Formentera tuvo como escenario el Auditori de Cas Serres, en el que
la compañía mallorquina Voramar Teatre presentó ayer «La senyoreta
Júlia», la obra más representativa de la producción de August
Strindberg, según la traducción al catalán de Guillem-Jordi
Graells. La dirección corrió a cargo de Margalida Alomar; el papel
de la protagonista, Júlia, lo encarnó Xisca Bestard; el de Tonina,
Kika Aguiló, y el de Joan, Joan Bover.
La fuerza y la dificultad de desarrollar el amor entre personas
de distinto extracto social es el trasfondo sobre el que se
desarrolla «La senyoreta Júlia», cuya protagonista sufrirá un
triste destino motivado por una serie de circunstancias adversas;
entre ellas, su propio carácter, el ambiente familiar, la presión
de su amante, la efusión festiva de la verbena de Sant Antoni, la
naturaleza, el azar o la fuerte influencia afrodisíaca de las
flores. Con tales condicionantes, más un sentimiento de protección
y justificación por parte de la dolida «señorita», el futuro de la
historia de amor no puede resultar más sombrío, ya que florece y
muere como una explosión.
Hoy, el GAT se ríe con Casona
El Auditori acogerá las nueve y media de esta noche la
representación del «Díptic extret del Retablo Jovial», de Casona,
por el GAT. La divertida historia, dirigida por Antoni Riera, está
encabezada por Isabel Chico y Juan Jiménez.
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