ENVIADO ESPECIAL
La escritora catalana Rosa Regàs ha sido la ganadora de la quincuagésima edición del Premio Planeta, que este año, para celebrar fecha tan señalada, ha doblado su dotación, pasando de 50 a 100 millones de pesetas. La escritora chilena Marcela Serrano resultó finalista y se embolsará 25 millones. Los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, entregaron anoche los premios a la ganadora y a la finalista, respectivamente.

Por cuarto año consecutivo, el Premio Planeta recae en una mujer. Esta decisión sorprendió notablemente al mundo cultural, ya que durante toda la tarde se había barajado como ganador el nombre de Alfredo Bryce Echenique. De hecho, José Manuel Lara Bosch, presidente de Planeta, dejó entrever el día anterior que el premio será para un escritor sudamericano.

Rosa Regàs se inició en el mundo de la literatura en la editorial Seix Barral, donde trabajó entre 1964 y 1976. Este año fundó la editorial Gaya Ciencia y Ediciones Abusan, dedicada a la literatura infantil. Entre 1983 y 1994 fue traductora en varias sedes de Naciones Unidas. Entre sus novelas destacan «Ginebra», «Memoria de Almator», «Azul» y «Luna llena». También es autora de libros de relatos, como «Pobre corazón», y de otros libros como «Desde el mar», «Más canciones» o «Sombras nada más».

En cuanto a Marcela Serrano (Santiago de Chile, 1951), es una escritora cuyas novelas tienen grandes imágenes visuales. Es autora de «Señora de la soledad», «Un mundo raro», «Antigua vida mía», «Nosotras, que nos queremos tanto», con la que obtuvo el premio a la mejor novela escrita por una mujer, según el criterio del jurado de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), en 1994, y «Para que no me olvides». Actualmente vive en México.

La gala de los cincuenta años
Más de 600 invitados asistieron a la gala de entrega del Premio Planeta número 50, celebrada en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y presidida por los Reyes, quienes en la tarde recibieron en audiencia a una representación de los escritores premiados durante el medio siglo de historia del galardón. En el transcurso de la cena, numerosas pantallas proyectaban un audiovisual en el que se podían ver imágenes que recordaban algunos de los momentos más emotivos de la historia del Planeta, cuyo primer premio fue para Juan José Mira.