GUILLERMO ROMANÍ Alain Depière, artista francés que vivió durante 20 años en Formentera, ha regresado a la isla seis años después de su partida para exponer su obra más reciente; unas creaciones que, como explicó ayer el artista a este periódico, no podía dejar de mostrar en la isla, porque «es evidente que están muy influenciadas por los recuerdos». La exposición permanecerá abierta hasta el próximo sábado en la sala de exposiciones del Ajuntament Vell de Sant Francesc.

Depière, que durante su estancia en la isla abrió una galería de arte, Cadillac, reside actualmente cerca de Toulouse, «demasiado lejos del mar», apuntó el artista, quien al reencontrarse con la isla no ha podido evitar «sentir una gran nostalgia», que le ha provocado la intención de «regresar pronto y vivir aquí de nuevo». Sobre la obra expuesta, 14 cuadros, cuyo precio oscila entre las 40 y las 200.000 pesetas, Depière afirmó que es «totalmente diferente a lo que había hecho hasta ahora. Ha sido como un homenaje un recuerdo muy sentido hacia Formentera». Utilizando tierra a la que aplica tintes molidos con trementina o aceite de linaza, el pintor hace resaltar unos colores que son «la propia isla, su tierra, su mar y su luz».

Depière aseguró también que «el arte moderno no está bien tratado, ni considerado, en Francia », por lo que la mayoría de las exposiciones que realiza las presenta en Alemania, Inglaterra, Bélgica y Holanda.