Barcelona y París, la relación entre sus artistas, sus poetas y sus arquitectos, «de Gaudí a Miró», desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, es el eje de una exposición presentada ayer en el Gran Palais, en cuya preparación colaboraron varias instituciones y museos catalanes. La muestra será inaugurada el próximo martes por la ministra francesa de Cultura, Catherine Tasca, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, entre otras personalidades, y estará abierta hasta el 14 de enero, antes de viajar en febrero al Museo Picasso de Barcelona.

Los límites temporales que estructuran en seis secuencias cronológicas la exposición «Barcelona-París, de Gaudí a Miró» son simbólicos y van desde 1888, fecha de la Exposición Universal de Barcelona, a 1937, cuando se celebró la de París. Esta visión de los lazos que unieron y revitalizaron mutuamente el arte de catalanes y franceses antes de la Primera Guerra Mundial y hasta los albores de la Segunda se abre con la proyección de películas de los hermanos Lumiere que muestran las transformaciones de las dos ciudades en su paso del XIX al XX. Las primeras salas exploran las relaciones entre el Modernismo y el Art Nouveau en la arquitectura y las artes decorativas y ponen de manifiesto la influencia del arquitecto francés Viollet-le-Duc en la arquitectura historicista catalana y su relación con el mundo de Gaudí.