El director general de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, hizo ayer entrega al Consell de los 262 restos arqueológicos hallados el pasado verano durante el dragado del dique de Botafoc. Las piezas, algunas de los siglos VI y V a.C. serán depositadas en el Museu Arqueològic d'Eivissa i Formentera para su estudio científico y conservación. La recuperación se ha llevado a cabo por un equipo profesional de arqueólogos y buzos de la empresa Intecsa dirigidos por Daniel Pérez y supervisados por el servicio de Arqueología del Consell.

Del conjunto, destaca una pequeña jarra fenicio-púnica, un lingote de plomo de la época romana, un proyectil esférico de piedra y una gran ancla de hierro; esta última, datada posiblemente a finales del siglo XIX. «Las piezas encontradas no aportan ningún dato que altere la historia conocida de la isla, pero contribuirán a su mejor conocimiento», apuntó en la presentación Triay.

Por su parte, la consellera de Cultura, Fanny Tur, presidenta de la Comisión de Patrimonio, mostró su satisfacción «de que, antes de iniciar las obras, se aceptase hacer la prospección en los fondos del dique de Botafoc para recuperar estos restos»; todos ellos aparecidos en los primeros tres metros del dragado de la zona.