P. TUR Rosa Vallés, con su conferencia acerca de las relaciones entre los habitantes del campo y la ciudad en la isla de Eivissa a través de la historia, clausuró en la tarde de ayer la tercera edición del Curs de Cultura Popular de les Illes Pitiüses, celebrado durante toda la semana en la Sala de Cultura de «Sa Nostra» de Eivissa.

Vallès, catedrática de geografía e historia desde 1974, cree que en la actualidad la vida de la ciudad ha engullido a la vida tradicional del campo en las Pitiüses, eliminando cualquier diferenciación significativa entre ambos ámbitos. De hecho, la conferenciante sostiene que uno de los principales que ha generado esta situación ha sido el impacto del turismo, que ha homogeneizado los dos conceptos.

A lo largo de su conferencia, Vallès definió lo que es ser pagès y lo que significa ser viler. A lo largo de su intervención, la conferenciante situó en un contexto histórico y geográfico la situación entre campo y ciudad, una diferenciación que, dijo, las diversas culturas que se han asentado en las Pitiüses han mantenido casi inamovible, «hasta hace muy poco tiempo, la oposición, entendida no como enfrentamiento sino como diferencia, se mantenía entre pagesos y vileros», dijo Vallès.

«El nacimiento de la cultura burguesa marcó más la diferencia entre los dos ámbitos. La educación académica creó una posición de poder intelectual de la ciudad frente al campo, donde se mantenía una cultura tradicional que daba solución a sus necesidades más inmediatas», subrayó durante la conferencia.

De cara a este nuevo siglo que comienza, Vallès instó al público a preguntarse «si aún queda campo». La irrupción del fenómeno turístico y la nueva situación de las Pitiüses como un centro de inmigración «obliga a estudiar el patrimonio cultural ganado a lo largo de milenios, sus raíces. Eso sería bueno para todos. Sería conveniente respetarlo y estudiarlo», dijo Vallès al finalizar su conferencia en «Sa Nostra».