Hoy se cumplen veinte años de la llegada a España, procedente del
Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), del «Guernica», el
cuadro en el que Picasso reflejó en 1937 su impresión sobre el
bombardeo por la aviación alemana de la localidad vasca.
El cuadro, encargado a comienzos de enero de 1937 al pintor
malagueño por el entonces director general de Bellas Artes de la
República, Josep Renau, con destino al Pabellón de España en la
exposición universal de París, no acababa de concretarse en la
mente del pintor hasta que conoció el bombardeo de Guernica el 26
de abril. Picasso terminó el cuadro en dos meses, de modo que el
cuatro de junio ya estaba expuesto en el Pabellón de España en
París.
El «Guernica», que recaló en el MOMA de Nueva York tras un largo
peregrinar por varias capitales europeas para recaudar fondos a
favor del bando republicano durante la Guerra Civil, fue reclamado
por España en base a la voluntad expresada por Picasso de que el
cuadro pertenecía al pueblo español y, por lo tanto, debía volver
cuando se hubiera restaurado en el país una genuina república.
El mural llegó a Barajas el diez de septiembre junto con sus 63
bocetos . Su viaje a España estuvo precedido por arduas
negociaciones entre el MOMA y el estado español, que habían
culminado dos días antes del traslado. Tras su llegada, el
«Guernica» se expuso en el Casón del Buen Retiro, desde donde fue
conducido al Reina Sofía en 1992. El cuadro fue trasladado sin
enrollar la tela dentro de una caja metálica de 1.600 kilos,
protegido por un complicado embalaje de materiales viibroaislantes
y compuestos que mantuvieron la temperatura y la humedad y con su
bastidor reforzado.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.