ENVIADA ESPECIAL A DUBROVNIK
La fortaleza de Revelin, iluminada, fue todo un espectáculo en la
madrugada de Dubrovnik. A las 00'00 horas del pasado lunes, las
puertas del recinto amurallado, cerrado durante años, se abrieron
para mostrar el arte de 37 creadores del Mediterráneo: italianos,
croatas y trece procedentes de Balears. La terraza del edificio fue
escenario de la inauguración oficial de la «Bienal Mediterránea 2.
Arte entre costas» que permanecerá abierta hasta el mes de octubre.
Nico Paulovic, comisionado de Dubrovnic, cargo administrativo que
se ocupa del gobierno de la ciudad hasta las próximas elecciones,
resaltó que «el arte debe ser un elemento común entre los países» y
destacó las dificultades que tuvieron que salvarse para la
organización de la Bienal a causa de la escasez de
infraestructuras. A pesar de los problemas, al final todo salió
bien y numeroso público se acercó a la fortaleza para la
inauguración.
En la parte alta del edificio los visitantes pasearon alrededor
de las esculturas de Amador Magraner y Ferran Aguiló, recortadas
contra el cielo estrellado, y en el interior pudieron degustar el
embutido que formaba parte del montaje de Joan Sastre sobre el
ritual de la muerte, encarnado en la tradicional matanza del cerdo.
También se acercaron al Depósito de Sal, donde casi minutos antes
de que comenzara la inauguración, Mónica Fuster y Nicholas Wood
terminaban una laboriosa instalación a base de nuevas tecnologías
que contrastaba con un impresionante espacio medieval abovedado y
construido en piedra, en el que gracias a estos artistas
procedentes de Mallorca se dan la mano pasado y presente.
Ennver Hadziomerspahic, director del Museo de Arte Contemporáneo
de Sarajevo, un proyecto en el que participan instituciones
internacionales, aseguraba sentirse conmovido por el resultado de
la Bienal. «No soy crítico de arte, pero puede decir que me siento
muy impresionado por este evento, que introduce Dubrovnik en
Europa, un punto de encuentro de culturas porque el arte
contemporáneo es un lenguaje universal que tiene una función
integradora». La impresión de este experto sobre las obras
expuestas se centra en su «fuerza» y «en la integración con el
espacio, que produce una energía particular». El resto de artistas
baleares desplazados a Drubrovnik son Biel Capllonch, Pep Guerrero,
Bàrbara Juan, Biel March, Rosa Mascaró, Guillem Nadal, Bernardí
Roig y Marcos Vidal.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.