La totalidad del archivo Alcover Moll ya forma parte del patrimonio balear

Según el profesor de la UIB Joan Mas i Vives, que ha redactado un informe sobre el archivo, forman parte del mismo la biblioteca y la correspondencia de los colaboradores del «Diccionari català-valencià-balear», así como la que Alcover mantuvo con filólogos de todo el mundo.De entre este conjunto, la unidad más famosa la forman las calaixeres (cajoneras) que guardan las cédulas que sirvieron para elaborar el diccionario. Están en el mueble original y son 137 cajones llenos de fichas, lo que hace suponer que contienen unos cuatro millones de ellas llenas de datos, un fondo tan inmenso y extenso que no pudo ser utilizado nada más que en parte por los redactores del diccionario.

Por otra parte, el archivo de Francesc Borja Moll está formado por un total de 37 cajas que conservan el manuscrito autógrafo de muchas obras del filólogo, la documentación que utilizó para su autobiografía y su correspondencia, entre ella la que mantuvo con el también filólogo Joan Corominas. La adquisición también incluye el archivo histórico de la editorial Moll, documentación comercial mezclada con otra de interés cultural, como correspondencia que afecta a los escritores de la editorial que dieron a conocer en los años cuarenta y cincuenta.

En el lote hay, además, un conjunto de cajas conteniendo los manuscritos autógrafos de, al menos, dos novelas de Josep Maria Palau i Camps y dos más de Joan Pons i Marquès, éstas últimas referidas a las fichas que el erudito hizo sobre libros de viajes relacionados con Mallorca, Eivissa, Menorca y Formentera.