P. TUR El veterano dibujante belga Eka, residente en Formentera, tiene 63 años de edad, de los que ha pasado los últimos 13 dibujando. El resultado de su evolución como artista podrá contemplarse a partir de mañana jueves en el bar Can Pou de Eivissa, local en el que Eka inaugurará una muestra de sus dibujos realizados 'in situ' en lugares como Avignon, Paris, Valencia, Tenerife, Formentera, Eivissa y Mallorca.

Eka considera que el dibujar del natural es una práctica que se está perdiendo. «Todo el mundo va ahora con la cámara fotográfica y usa las fotografías», señala lamentando esta tendencia. Para este dibujante, la emoción juega un papel importante a la hora de dibujar directamente del natural. «Las situaciones cambian rápidamente, sobre todo cuando dibujo interiores de bares, la gente llega, se va, y uno tiene que estar atento a todos esos cambios», explica con un particular brillo en los ojos al defender su modo de afrontar sus dibujos.

El ritmo de trabajo de Eka es intenso. Cada día realiza una media de cuatro dibujos, aunque asegura que en los últimos cuatro meses su producción ha sido de 2.000 originales. «Dibujar es una aventura excitante. En el curso de un dibujo, la previsión inicial puede cambiar en cualquier momento por una más fuerte y distinta», comenta.

Su primer dibujo lo realizó en la ciudad francesa de Avignon, tras haber sufrido tres ataques cardíacos. Con la perspetiva que proporciona el tiempo, Eka asegura estar contento con la vida que el destino le ha deparado: «Estoy orgulloso de haber encontrado mi propia manera de expresarme», afirma.